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SERPIENTES Y ESCALERAS

Adiós al Mando Único

Eolo Pacheco |
2016-06-24

El senado aprobó el mando mixto policial y con ello quedó desechado el mando único. El cambio de formato se aplicará en Morelos y muchos alcaldes que fueron obligados a entregar el control de sus elementos podrán recuperarlo. Independientemente del ordenamiento federal, en Morelos el MU ya había fracasado.

Por más de tres años Morelos ha adoptado un modelo de seguridad que unifica a todas las policías y establece una sola línea de mando. El cambio de estrategia derivó de un planteamiento federal que apostó por la profesionalización de las instituciones, la capacitación permanente de los elementos, la utilización de más y mejores herramientas tecnológicas y la inteligencia como materia principal de operación. En Morelos el Mando Único se nos vendió como la solución a los problemas y se implementó a pesar de la oposición de algunos alcaldes. A la vuelta de 3 años y con la aprobación en el Senado del Mando Mixto Policial, el Mando Único de Morelos vive sus últimos días.

Por muchas razones se puede anticipar el fin del modelo de seguridad que impuso el gobernador Graco Ramírez en Morelos y que ha puesto como ejemplo nacional en todos los foros donde participa. Las razones para advertir que el MU será transformado y algunos municipios retomarán el control de sus policías es evidente, sobre todo por la falta de resultados obtenidos a lo largo de medio sexenio.

Conceptualmente el Mando Único de Policía no era un mal proyecto, los puntos que propone son interesantes y apuntan a una policía más moderna, confiable y efectiva. El problema en Morelos es que del modelo original del mando único sólo se tomó el nombre y la idea de entregar al gobernador el control de las corporaciones y el dinero de los municipios. Luego más de tres años de funcionamiento el mando único no ha resuelto los gravísimos problemas de inseguridad y violencia y por el contrario, aniquiló la confianza ciudadana en sus cuerpos de seguridad.

En varios estados del país se ha documentado el fracaso del MU. La base de la unificación de mandos era la coordinación entre corporaciones para mejorar su operación y reducir al mínimo las posibilidades de injerencia de la delincuencia, pero a la vuelta del tiempo esto no ha sido posible y en muchos casos, como Morelos, es evidente que las cabezas de seguridad se han coludido con los grupos delictivos.

A partir de ello, de los malos resultados y del rechazo de la gente, el senado de la república modificó la idea original del Mando Único para transformarlo en un Mando Mixto Policial, atendiendo a las necesidades de cada región y recuperando el principio constitucional de que las autoridades son responsables de la seguridad en sus municipios.

El modelo aprobado por los senadores faculta a los gobernadores a que asuman temporalmente el mando de las instituciones policiacas de los municipios en casos de fuerza mayor, alteración grave del orden público y las demás que determine la ley. También incorpora la figura de la policía de proximidad, con competencia para la aplicación de los bandos de policía y gobierno, e infracciones administrativas, que sólo podrá auxiliar en la investigación de los delitos.

La determinación federal acaba con el Mando Único, elimina la obligación a los municipios de entregar el control de sus policías y limita el acceso a casos específicos. Recordemos que en nuestro estado varios alcaldes se han opuesto a su implementación, pero fueron obligados por el gobernador o amenazados por el comisionado de seguridad para que cedieran el control de sus elementos y también el manejo de los recursos federales para ese fin. Ya no podrá ser así.

Insisto: en Morelos hay muchas razones para estar en contra del mando único, la principal se llama Alberto Capella. El comisionado de seguridad no es tan bueno como presumió Graco o quizá el tijuanense no supo como librarse de la intervención de la familia gubernamental. El caso es que a más de tres años el MU ha fracasado, es repudiado y convirtió a los policías en los principales enemigos de la sociedad.

El problema de seguridad sigue siendo muy grave en Morelos, las estadísticas nacionales colocan a Morelos en los primeros lugares en la comisión de delitos de alto impacto y ello demuestra que el planteamiento estatal no ha funcionado. El mando mixto policial es el siguiente paso de la estrategia, pero ahora será de nuevo responsabilidad compartida entre los presidentes municipales y los gobernadores.

Esperemos que este nuevo esquema dé mejores resultados, logre la coordinación que el MU no ha logrado y sobre todo que con resultados recupere la confianza perdida en las policías.

El problema del MU de Morelos es que en lugar de apostar por recuperar la paz para la población, se convirtió en un brazo armado de Graco para reprimir a los ciudadanos, para amedrentar a los políticos y para negociar la plaza.

posdata

El rector de la UAEM presentó en la ciudad de México un informe sobre las Fosas de Tetelcingo. Esto es parte de lo expuesto por Alejandro Vera:

“En medio de una crisis humanitaria sin precedentes, en la que la violencia y la criminalidad se replican en la muerte, las fosas clandestinas de Tetelcingo dan cuenta del horror en el que se encuentra sumido nuestro estado

El 28 de marzo de 2014, fecha en la que el gobernador Graco Luis Ramírez Garrido Abreu decretaba públicamente el 28 de marzo como el Día Estatal de las Víctimas, se reportó, y cito: la “sepultura de 150 cuerpos en el panteón de Tetelcingo”, cierro la cita, por la entonces Procuraduría General de Justicia del estado de Morelos a cargo de Rodrigo Dorantes Salgado, según la tarjeta informativa de la Dirección de la Policía Preventiva Municipal, Mando Único de Cuautla.

El 6 de diciembre del 2015 el gobernador Graco Luis Ramírez Garrido Abreu afirmó: “Es solamente una fosa que es común, que es legal... Que se encuentra en un panteón de Tetelcingo, Cuautla. Y están vinculados todos los cadáveres a carpetas de investigación (...) Existe la identidad criminal, huellas, ADN para poder saber quiénes están ahí en calidad de desconocidos porque no están identificados por los familiares”.

Frente a la desconfianza generada por las contradicciones entre el gobernador y el fiscal, las familias de las víctimas acudieron en varias ocasiones ante las autoridades del gobierno federal exigiendo que se abrieran las fosas con la participación de peritos independientes nombrados por ellas, para esclarecer los hechos.

Del 23 de mayo al 3 de junio de 2016, se llevó a cabo el proceso de apertura de las fosas. Como resultado de esta diligencia, según lo observado por las víctimas y las organizaciones que participaron en ella, se reporta lo siguiente:

Se encontraron 117 cuerpos enterrados como basura en dos fosas que no se encontraron localizadas con precisión en donde suponía la Fiscalía, entre los cuerpos se encontraron los de tres menores de edad. Lo que suma un cuerpo más a los 116 que, según la Fiscalía, había enterrados en las fosas de Tetelcingo. Se encontraron, además, nueve bolsas con 12 restos de otros cuerpos, de los cuales no existía registro alguno y a los que se les abrió carpeta de investigación. Todos los cuerpos exhumados corresponden a delitos cometidos entre 2010 y 2013.
Hay una diferencia entre los 117 cuerpos y los 150 que se inhumaron el 28 de marzo de 2014, según la tarjeta informativa de la Dirección de la Policía Preventiva Municipal, Mando Único de Cuautla. Los cuerpos restantes, presumiblemente estarían depositados en una tercera fosa, de acuerdo con el expediente de Oliver Wenceslao Navarrete Hernández y con la mencionada tarjeta informativa. 

De los 117 cuerpos exhumados, 34 no tenían o no estaban vinculados a carpeta de investigación alguna, por lo que se les asignó un número de carpeta de investigación en esa diligencia. Lo que contradice contundentemente lo afirmado y que sigue afirmando públicamente el gobernador Graco Luis Ramírez Garrido Abreu desde el 6 de diciembre de 2015 e insistió junto con el fiscal Javier Pérez Durón desde el 26 de noviembre de 2016 cuando rindió un informe al respecto. 

Algunos cuerpos no tenían la necropsia de ley; otros más habían sido mutilados y/o presentaban huellas de malos tratos, inhumanos y degradantes. Otros presentaban heridas por proyectil de arma de fuego; otros de ellos, conservaban sus ropas y pertenencias personales que son fundamentales para su identificación y la persecución del delito y cuyas evidencias habían sido sepultadas junto con los cuerpos. 

Es importante mencionar también que se encontraron cuerpos identificados con nombre y apellidos, de los cuales se conocía su procedencia. La Fiscalía nunca ha informado qué acciones llevó a cabo para dar con el paradero de sus familias.
Los cuerpos se re inhumaron en el panteón Jardines del Recuerdo del municipio de Cuautla, en condiciones que determinó la Fiscalía General del estado de Morelos y a ellos corresponderá responder si los protocolos forenses se cumplieron o no. Nuestra participación fue únicamente acompañar el traslado de los cuerpos y verificar que los mismos fueran depositados en los espacios establecidos. 


En conclusión:

El gobernador Graco Luis Ramírez Garrido Abreu mintió con respecto a la legalidad y número de fosas, así como al hecho de que todos los cadáveres tenían carpetas de investigación. Insistió en que todo se encontraba de acuerdo con la legalidad y con los protocolos establecidos. Al hacerlo, incurrió en delitos de encubrimiento, negligencia y obstrucción de la justicia. Por ello, el mandatario y todos los funcionarios involucrados en la comisión de estos delitos, deben ser investigados y sancionados conforme a derecho, y se debe garantizar la justicia restaurativa a las víctimas.
Todo esto, además, podría configurar delitos de lesa humanidad o graves 
violaciones a los derechos humanos, mismos que también deben ser 
investigados y sancionados por organismos internacionales. 

Dado que algunas de las personas exhumadas de las fosas fueron víctimas de delitos, la labor de la fiscalía aún no ha concluido: debe investigar los hechos, poner a disposición de un juez a los responsables y garantizar que se haga 
justicia verdadera. 

Las aberraciones del gobierno del estado de Morelos evidenciadas en la 
diligencia de Tetelcingo, hacen imprescindible el que se apliquen protocolos 
forenses con estándares internacionales para erradicarlas. 


En las fosas de Tetelcingo no se cometió “un error garrafal”, como afirmó el gobernador el pasado 17 de junio, sino actos criminales al inhumar personas, ilegalmente y en fosas clandestinas, sin cumplir con los protocolos para la identificación humana; es imperativo que la Fiscalía General del estado realice acciones para identificar a cada una de estas personas y entregarlas a sus familias, dijo Alejandro Vera.

Las ilegalidades están a la vista. Las atrocidades son el ingrediente principal de las fosas. El problema son las complicidades políticas y la protección de Enrique Peña Nieto a Graco Ramírez.

nota

Desde hace varias semanas la circulación vial se ha vuelto tortuosa en el primer cuadro de la ciudad. El centro histórico de Cuernavaca es sede de manifestaciones, marchas, bloqueos y diversas expresiones de inconformidad contra el gobierno.

No hay semana en la que no tengamos al menos 3 manifestaciones con la consabida joda que ello causa a todos los ciudadanos que por necesidad o placer tienen que acudir a esa zona. Esta semana fue el colmo: el mismo día protestaron comerciantes ambulantes, maestros, médicos, padres de familia y antorchistas.

Sin ánimo de ofender a nadie, ni deseo de poner en duda el legítimo derecho de cada quien a manifestarse, me permito pensar en voz alta lo siguiente:

Las marchas y bloqueos tienen como objeto hacer presión al gobernante, es una manera de hacerse ver y escuchar… Pero Graco nunca está en su oficina y rara vez está en Morelos ¿No habría una forma más efectiva (y menos agresiva con los ciudadanos y comerciantes del centro) para que el tabasqueño se de cuenta de lo que pasa? ¿Por qué no bloquear su casa (donde duerme) o la de su familia, para que al menos en algo se le incomode? ¿O quizá seguirlo en sus actos políticos?

Es sólo una idea.

post it

Los tres poderes del estado se reunieron ayer para cerrar filas en torno a Morelos. El titular de cada uno de ellos habló y de las expresiones vertidas, las de Francisco Moreno fueron, por mucho, las más interesantes y sensatas.

Si los políticos entendieran el significado de lo expuesto por Paco, pero sobre todo, si aplicaran esos conceptos en su desempeño cotidiano, otro Morelos viviríamos hoy en día.

Es tiempo de pensar. Morelos ya no aguanta tanta confrontación.

redes sociales

Hace algunos meses la comunidad internauta fijó un día para mentarle la madre al presidente Enrique Peña Nieto. La idea gustó a muchos y las mentadas de madre se vieron, leyeron o escucharon de diferentes formas, algunas dicho sea de paso, sumamente ingeniosas.

¿Qué tal un día así para Graco? Eso seguro le incomodaría más que las marchas y bloqueos en donde nunca está.

es viernes

Cada quien decide libremente lo que hace en la hora del recreo. La única limitante es no despreciar a los que hacen algo distinto.

Ergo: Hoy toca.

Comentarios para una columna con recreo: eolopacheco@elregional.com.mx

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