Muñoz Ledo deja presidencia de la Mesa Directiva tras ácido debate; hoy continúa jaloneo para decidir quién toma las riendas; Morena, en sintonía con Bucareli
Como presidente de la Mesa Directiva, Porfirio Muñoz Ledo escuchó por tercer día consecutivo, los gritos de ¡es-pu-rio! ¡es-pu-rio! desde las curules de la bancada del PAN; horas después, luego de renunciar al cargo, recibió una ovación de pie de todos los grupos parlamentarios, incluido el blanquiazul.
En menos de 24 horas, se cayó el escenario de una bancada de Morena, apoyada por el PVEM y Partido del Trabajo (PT), que tenían previsto mantener a Muñoz Ledo en dicho cargo por dos años más, con la aprobación de la Ley Padierna disfrazada de acuerdo, que siempre tuvo el rechazo de la oposición.
Durante la plenaria de Morena, cuando legisladores radicales defendían la propiedad de la Mesa Directiva, frente a un lado moderado que crecía, luego de que su líder, Mario Delgado, enfatizó que el Presidente no quería una oposición avasallada.
En eso estaba cuando recibió un telefonema de las oficinas de Bucareli, Delgado puso el altavoz y las palabras de su interlocutora hicieron eco: convocó a los legisladores a ser respetuosos de lo que dictan las leyes, con decisiones que no lastimen a las minorías. Otros diputados comentaron que la llamada se dio cerca de un micrófono abierto.
En la llamada, confirmada al menos por una docena de legisladores, la titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), Olga Sánchez Cordero, enfatizó que actos que reflejan autoritarismo podrían afectar de manera negativa la imagen presidencial, aunque enfatizó que la decisión era sólo de ellos, porque hay pleno respeto a la separación de Poderes.
El morenista Pablo Gómez confirmó el diálogo con Delgado y la titular del Palacio de Cobián, aunque sólo mencionó que el coordinador de su bancada únicamente habló de los avances y acuerdos que perfilaban en la reunión privada. Consultado más tarde por La Razón sobre la llamada, de la titular de la Segob, Delgado Carrillo negó dicha conversación.
Sin embargo, la bancada guinda desechó la Ley Padierna y aprobó otro documento que extendería hasta febrero de 2020 la presidencia de Muñoz Ledo, además de que tres grupos parlamentarios: PAN, PRI y PT se repartirían el mismo tiempo los últimos 18 meses de la legislatura. Albiazules y tricolores, junto con Movimiento Ciudadano (MC) y PRD rechazaron la propuesta porque era distinta a la acordada un día antes, la cual también repudiaron.
Cuando fue presentada al pleno, el líder del PAN, Juan Carlos Romero Hicks, dijo desde su curul que no iban a permitir “el fraude a la ley. Queremos estado de derecho, no estado de chueco”, y pidió que su nombre se eliminara del acuerdo. Al panista se sumaron los coordinadores de MC, Tonatiuh Bravo; René Juárez, del PRI, y Verónica Juárez, del PRD.
Muñoz Ledo, blanco de las descalificaciones y gritos de “espurio”, que inició el panista José Martín López, seguido por Víctor Manuel Pérez y Ricardo Flores, los tres de Nuevo León, cambiaron luego de que Muñoz Ledo regresó a su curul para anunciar su renuncia.
“En virtud de que existe una laguna de la ley que no va a ser subsanada el día de hoy, se crea el peligro de una crisis constitucional. La solución política es propiciar los entendimientos para llegar a un acuerdo que nos permita transitar institucionalmente”, dijo.
“Vengo a anunciar mi retiro de la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados. No seré obstáculo para los entendimientos y garantizaré la legalidad de un proceso”
Porfirio Muñoz Ledo
Presidente de la Mesa Directiva de San Lázaro
Muñoz Ledo añadió: “no seré obstáculo para los entendimientos y garantizaré la legalidad de un proceso, a fin de evitar esta delicada crisis que se nos avecina”.
Romero Hicks fue breve pero generoso en la victoria, “Don Porfirio, para una razón de Estado, un hombre de Estado”.
“!Falsos!, ¡Hipócritas!”, gritó un exaltado Gerardo Fernández Noroña luego de escuchar las frases de reconocimiento a Muñoz Ledo, quien fue ovacionado con legisladores de pie.
Ahora, la bancada de Morena deberá definir en su plenaria de hoy si presenta o no un acuerdo distinto o sigue con el mismo texto, el cual corre el riesgo de ser rechazado en el Senado, como lo comentó a La Razón el líder del PRI, René Juárez Cisneros, antes del receso para reiniciar a las 11:00 horas de este miércoles, cuando falten 48 horas para tener un acuerdo que evite un vacío legal, una crisis constitucional.
“Esto es como en el futbol, esto no se acaba, hasta que se acaba”, dijo el priista.