Las manos vacías
Dolida porque se considera víctima de un abuso, la dirigencia del PAN resolvió llevar a la OEA el caso de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
El atropello es verificable. Le corresponde asumir la presidencia de la Mesa Directiva porque está en la Ley Orgánica del Congreso y además es parte de un acuerdo político tomado al inicio de la actual legislatura.
Llevar el caso a la OEA es una pérdida de tiempo. Acaso genere algunas notas periodísticas pero ese organismo internacional no ata ni desata.
Que alguien les recuerde a los panistas que la oposición venezolana al chavismo ha recorrido ese camino varias veces. ¿Saben qué logró? Nada.
Acudir a la OEA suele traducirse en regresar con las manos vacías y dar armas políticas a los autoritarios.
Ola expansiva
La disputa por la presidencia de la Mesa Directiva de San Lázaro se propagó hasta la Cámara de Senadores en Reforma.
El senador Ricardo Monreal advirtió que el desencuentro entre los diputados puede generar una parálisis legislativa.
Fue claro. Dijo que Morena no podrá procesar las reformas constitucionales que requieren mayoría calificada.
El zacatecano se dirigió a sus correligionarios a quienes dijo que no será justo que el trabajo legislativo se detenga por su incapacidad de llegar a acuerdos. Como son mayoría pueden ganar, pero la victoria a la larga les saldrá cara.
Antes de hacer una ley a modo para quedarse con la Mesa Directiva, los morenistas deben agotar todas las vías de diálogo. ¿Lo escucharán?
Batres busca quién se la pague
Todavía molesto porque fue desplazado de la Mesa Directiva del Senado, Martí Batres no busca quién se la hizo sino quién se la pague.
Su más reciente propuesta, la de desaparecer la figura de los senadores plurinominales, que disfrazó como una medida de austeridad, es en realidad un plan con maña.
Calcula que es un camino para que en el futuro Morena asegure la mayoría absoluta en el Senado como ocurría en tiempos del PRI antes de los senadores plurinominales.
Una realidad, la de ese entonces, contra la que se pronunció la izquierda que exigía pluralidad ideológica y que esa Cámara fuera multipartidista.
Lo consiguieron pero ahora Batres, que representa el ala autoritaria de Morena, busca meter reversa para que deje de serlo.
Lo que sigue en Tula
El titular por demás contundente de la edición de ayer de Crónica: “Infiltró la delincuencia la refinería de Tula”, puso al descubierto una red del crimen organizado que incluía a empleados de Pemex y empresas reales y fantasmas para el robo de combustible.
La investigación llega al detalle de cómo operaba esa red criminal.
Las reacciones no se hicieron esperar. Hay un común denominador, la extrañeza de que ante tanta información no haya ni un solo culpable detenido.
En los hechos, los huachicoleros de Tula se salieron con la suya. Disfrutan de una amnistía sin cobertura legal, transparente. Tal parece que se les perdonó en lo oscurito, para que nadie se enterara.
Crimen que no se castiga, se repite.