La CNTE, vino, vio y bloqueó
Bloquear el Palacio de San Lázaro e impedir el trabajo de los legisladores es para la CNTE como quitarle el dulce a un niño.
Sus principales aliados son los propios legisladores que los dejan hacer y los dejan pasar.
Ayer, en medio de una sicosis generalizada, cientos de trabajadores del Palacio Legislativo literalmente huyeron para no quedar atrapados.
La nueva presidenta de la Mesa Directiva, la panista Laura Rojas, en un arranque de candidez, pidió al gobierno de la Ciudad ayuda para que los trabajos legislativos no se interrumpieran. Todavía espera la respuesta.
El diputado Mario Delgado, coordinador de la mayoría, exigió que no se pidiera el auxilio de la policía para, dijo, no criminalizar la protesta.
Y en ésas estamos, esperando que los activistas tengan a bien dejar trabajar a los diputados.
Saco a la medida
El ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas es reacio a los homenajes y a los reflectores pero resolvió aceptar un homenaje en el Senado de la República, que incluyó la develación de un busto con su imagen.
No vaya usted a creer que el homenaje lo organizó Morena, que es la fracción mayoritaria en la que hay muchos cuadros que militaron en su momento en el PRD, partido fundado por Cárdenas.
No fueron ellos. El homenaje, tome nota, corrió a cargo del Partido Movimiento Ciudadano.
En su mensaje, el ingeniero lanzó una puya y muchos fanáticos de la 4T se sintieron aludidos: “ningún funcionario y ningún partido de manera individual pueden adjudicarse los avances en materia democrática del pueblo de México”
¿Les quedó el saco?
Una suerte de ProMéxico
Un grupo de gobernadores de la región del Bajío, la mayoría panistas pero también del PRI y de MC llegaron a un acuerdo: Revivir ProMéxico.
Están dispuestos a crear un organismo que tenga la misión de articular estrategias para atraer inversiones y promover las exportaciones de esos estados.
Se menciona que en las reuniones preparatorias han participado representantes de Guanajuato, San Luis Potosí, Jalisco, Querétaro y Aguascalientes.
Quieren, en suma, llenar el hueco que quedó vacío con la desaparición de ProMéxico con una estructura más ágil y transparente pero con el mismo objetivo: fortalecer la participación de esos estados en la economía internacional.