El gobierno federal realizó una aportación patrimonial a Petróleos Mexicanos (Pemex) por 5 mil millones de dólares que será destinada a reducir el saldo de la deuda de la empresa.
Los recursos se utilizarán para el prepago de bonos con vencimientos entre 2020 y 2023.
Ademas, se realizará una nueva emisión a plazos de siete, 10 y 30 años que se utilizará para el refinanciamiento de la deuda de Pemex, que al primer semestre de 2019 asciende a 104 mil 400 millones de dólares, equivalente a 2 billones 9 mil millones de pesos.
El objetivo es fortalecer las finanzas de la empresa bajo el principio de endeudamiento cero en términos reales.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público y Pemex detallaron que la operación en los mercados internacionales está estructurada en tres segmentos:
El gobierno mexicano realizará una inyección de capital a la petrolera equivalente a 5 mil millones de dólares. Estos recursos se utilizarán para el prepago de bonos con vencimiento entre 2020 y 2023.
Además, lanzará bonos a plazos de siete, 10 y 30 años que se utilizará para el refinanciamiento de deuda a corto plazo.
Finalmente, efectuará un intercambio de bonos para proporcionar apoyo adicional a los vencimientos de la parte corta, intermedia y larga de la curva, con el fin de suavizar el perfil de vencimientos.
En resumen, los recursos provenientes de esta operación se utilizarán para asegurar a Pemex una reducción en el saldo de su deuda, una mejora en sus indicadores de liquidez, reducir los vencimientos a corto plazo y generar ahorros en los intereses pagados por la empresa.
Lo anterior, encaminado a fortalecer la posición financiera de Pemex, en línea con lo establecido en su plan de negocios.
La operación cuenta con la participación de inversionistas de Estados Unidos, Europa, Asia y México. Los agentes colocadores de este instrumento son Goldman Sachs, JP Morgan, Citi, HSBC, Mizuho, Crédit Agricole y Bank of America.