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DUDA RAZONABLE

¿Qué tanto es tantito? Tortura y justicia

Verónica Bahena, policía de Iguala, fue detenida el 14 de octubre de 2014, en el Campo Militar 23-B en Tlaxcala.

Según la puesta a disposición, no se registraron incidentes de una detención violenta. Ese día, a las 19:43 horas, se le realizó un informe médico por parte de un doctor de la Marina. De acuerdo con ese documento, Verónica tiene seis cicatrices en el cuerpo, pero no lesiones recientes. Fue entregada a la Seido a las 23:30 horas de ese día.

El 15 de octubre de 2014, a las 03:40 y a las 05:00 horas se le realizaron dos revisiones médicas y se emitieron dos informes. El resultado de estas evaluaciones muestra que Verónica, cinco horas después de ser revisada por el médico de la Marina, cuenta con cuatro lesiones nuevas: dos equimosis en pantorrilla derecha, una equimosis en rodilla izquierda y una equimosis en brazo izquierdo.

El mismo día, a las 20 horas (15 horas después del último informe médico), la detenida presenta su declaración. Al momento de que el defensor le pregunta si presenta lesiones, ella responde que no tiene ninguna, pero al final del documento se mencionan lesiones “que no ponen en peligro la vida y tardan en sanar menos de 15 días”.

El 17 de octubre, a las 16:10 horas, el informe señala que solo cuenta con una lesión, que ya se había recogido previamente. No se refieren las otras lesiones anteriores ni su evolución.

Ese mismo día, a las 21:50 horas, Verónica es enviada a un penal en Nayarit, donde en el informe médico de entrada se registra que tiene una contusión en el cuello, con ligero edema doloroso a la palpación, así como estar policontundida en cuello y tórax. Estas lesiones son nuevas, o al menos no habían sido recogidas en los informes anteriores.

El 16 de diciembre de 2014, un médico de la PGR hace un nuevo informe: las lesiones de Verónica concuerdan con “actos de sometimiento, inmovilización y traslado de personas con forcejeo y resistencia”, es decir, “se producen de manera necesaria en maniobras para lograr el sometimiento de personas aplicándose la fuerza, sin constituir actos propios de tortura”.

Frente a ese desmadre de informes, Verónica fue liberada.

Los datos salen del informe del GIEI que firma su entonces secretario ejecutivo, hoy fiscal especial para el caso Ayotzinapa, Omar Gómez Trejo.

@puigcarlos

Ámbito: 
Nacional