Incognitapro

TEMPLO MAYOR

UNA COSA es que el pecho presidencial no sea bodega y otra -muuuy distinta- que Andrés Manuel López Obrador convierta su púlpito mañanero en el lugar para lapidar a los infieles y lanzar a sus hordas de seguidores en contra de quienes considera sus adversarios.

DE ESA FORMA el Presidente convirtió a Agustín Carstens en el rey de los moches; a Claudio X. González lo hace parecer un peligro para México, y ayer le tocó a José Ramón Cossío. Bastó con que López Obrador lo acusara de asesorar a quienes interponen amparos contra Santa Lucía -como si fuera delito- para que el ex ministro comenzara a ser linchado por los seguidores lopezobradoristas.

Y CON esa facilidad con la que ataca, ofende y acusa, así mismo el mandatario se desentendió del asunto cuando le dijeron que Cossío ya había negado las acusaciones.

EL COLMO del asunto es que mientras otros son azotados en público, López Obrador defiende a Manuel Bartlett, sus casas y sus empresas ocultas, diciendo que es una pobre víctima de los conservadores. ¡Qué ironía!

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QUIÉN SABE si sea por valiente o por influyente, pero Pedro Salmerón está poniendo en una posición sumamente incómoda a Alejandra Frausto, retando de manera descarada su autoridad como secretaria de Cultura.

PESE A QUE ya había renunciado e inclusive fue nombrado su sustituto, el historiador salió con que su dimisión al Inehrm será efectiva ¡hasta la próxima semana! La razón: por sus muy revolucionarias pistolas.

HACE apenas unos días Salmerón intentó echarse para atrás en su renuncia, cuando dijo en redes sociales que sólo la había "puesto sobre la mesa", pero no que hubiera renunciado. Ahí fue cuando Frausto tuvo que ponerse firme y anunciar el nombramiento de Felipe Ávila.

¿SERÁ QUE Salmerón tiene tanta influencia en Palacio Nacional que podrá doblegar así la decisión de su superiora? Eso se sabrá cuando viaje este fin de semana a Nuevo León, nomás para reclamarles a quienes lo declararon persona no grata para el estado.

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ALLÁ en Jalisco están padeciendo una paradoja: están llenos de grillos pero ninguno puede vencer a los mosquitos. Y es que la crisis por el dengue que se vive en ese estado ha servido para que los políticos se peleen, pero no para que den resultados.

LOS REGIDORES metropolitanos de Morena culpan a la Secretaría de Salud estatal, cuando en realidad también el gobierno federal contribuyó al haber comprado tarde los insecticidas.

Y MIENTRAS los grillos pelean, los hospitales -federales y estatales- están a reventar, los médicos no se dan abasto y además se esperan otras seis semanas de contingencia.

Ámbito: 
Nacional