1. Confianza extrema. La llegada de Arturo Herrera como secretario de Hacienda ha traído tranquilidad a la economía, dentro y fuera de las estadísticas. Su labor ha ido in crescendo en estas semanas. “La consolidación de los programas sociales, la nueva estrategia para Pemex y la eventual ratificación del T-MEC ayudarán al corto y mediano plazo al país a crecer entre 1.5 y 2.5% en 2020. La ratificación del tratado abrirá oportunidades de inversión privada tanto nacional como extranjera, derivadas de un incremento con el potencial exportador del país y una reconfiguración de las cadenas globales de valor”, informó en su comparecencia en la Cámara baja. Hombre fuerte del sector económico en México ha logrado alejar a los especuladores. El país navega. Y bien.
2. Sanción ejemplar. Una buena y una mala: Edgar Veytia, exprocurador de Nayarit, fue condenado a 20 años de prisión por narcotráfico. Las autoridades alegan que un cártel de las drogas que traficaba cocaína, heroína y metanfetamina sobornó al funcionario desde 2013 hasta que fue arrestado en 2017. Veytia le dijo al juez que cometió un error al aceptar sobornos a cambio de usar espionaje telefónico y otras herramientas policiales para proteger al cártel de la droga. La mala: no fue en México. El exfiscal fue detenido por autoridades de EU en 2017 y acusado de ayudar en el contrabando de drogas en los EU a partir de 2013. En México hay mucha información sobre el tema, pero todo queda en el anecdotario. Hasta la justicia importada es mejor que la de aquí. Snif.
3. ¿Hasta cuándo? Encabezada por las madres y padres, así como familiares de los 43 normalistas desaparecidos en Ayotzinapa, Guerrero, se realizó en la Ciudad de México la marcha a un lustro de la noche de Iguala. Monumentos, negocios, plazas comerciales, hoteles y locales fueron vandalizados por encapuchados durante la Marcha por la Verdad. Sin reparo, realizaron pintas y destruyeron mobiliario urbano en Paseo de la Reforma. Las escenas de impunidad son las más preocupantes de los años recientes y no se ve mano firme ni de Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Gobierno, ni de Jesús Orta, titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana en la capital, en contra de los encapuchados, y lo peor, a quienes no les importa la verdad de fondo sobre los 43 normalistas ausentes. Y entonces, ¿Quién necesita un cuerpo de granaderos?
4. Al sótano. El Pulso Metropolitano de Seguridad volvió a poner en su lugar a Jaime Rodríguez El Bronco, gobernador de Nuevo León, pues reveló que la confianza de los regiomontanos descendió 25% en el 2016 a 9.2% en agosto de 2019, es decir, apenas 1 de cada 10 ciudadanos lo ve comprometido en el combate a la inseguridad, detalló Javier Navarro-Velasco, del Consejo Cívico. Qué pena. La enjundia que se le veía al principio se diluyó con el paso de los fracasos. El más reciente: lo ocurrido a su dron de 54 millones de pesos, tan fuertemente criticado. Cuando realizaba tareas de pruebas, la aeronave no tripulada, comprada apenas el pasado marzo, sufrió un accidente. Y ni se estrenó, qué ironía, como su gobierno, que nomás no da una. Por algo ya hay un llamado al Congreso estatal para destituirlo. Se están tardando.
5. Claridad que causa envidia. Luisa María Alcalde, secretaria del Trabajo, aseguró que “uno de los pilares de esta administración es estar a la altura de las circunstancias y no permitir ningún acto de corrupción, ese tiene que ser nuestro actuar cotidiano”, expresó. Uno de los programas primordiales es Jóvenes Construyendo el Futuro, con el que miles de mexicanos entre 18 y 29 años de edad se capacitan para el trabajo y, con la ayuda de las empresas, reciben una beca de tres mil 600 pesos mensuales, durante un año. No obstante, Javier Lozano, extitular de la STPS, comentó que si tuviera que poner una calificación, sería reprobatoria, debido a que durante los primeros meses hubo “paros locos” en Tamaulipas, en los que no hubo presencia de las autoridades. Lo que no ha notado don Javier es que Luisa María Alcalde ha alcanzado más metas tangibles en 9 meses que él en los 5 años al frente de la secretaría. Ardido, le dicen en redes sociales.