Graco Vs los maestros
Síntoma acaso de su precaria formación, el desgobernador de Morelos Graco Ramírez no deja de pronunciarse y embestir a los maestros, pero no sólo a la disidencia, a la que considera una insignificante minoría a la que no debería tomársele en cuenta, sino contra los de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, cuyo papel, peso y trascendencia en el presente y futuro de esta entidad no respeta.
Sigue también el mismo modelo autoritario de la federación, al querer escatimar o simplemente borrar del mapa conquistas laborales del magisterio, particularmente los jubilados, con excusas tan absurdas como “No lo presupuestamos”, o “Si no les gusta, interpongan una controversia constitucional”, hasta que a final de cuentas los profesores lo obligan a doblar las manos a base de marchas, y a ver de cuál de sus negocios saca dinero para cubrir el hoyo que creó su seudoadministración de nuestros recursos en el provecho de unos cuantos.
El Gabino Cué morelense, el Duarte veracruzano al estilo Morelos, el Aurelio Nuño de la tierra de Zapata habla así porque resulta que aquí no hay una disidencia magisterial tan activa como la de Oaxaca, pero eso es engañoso. ¿No acaso lo han hecho recular para que les pague a los jubilados?
Y es que no es lo mismo reprimir y encarcelar a un grupo de personas que anuncian la formación de un grupo de autodefensas, que hacer lo mismo con los profesores que se manifiestan en la calles. Y es el colmo, porque no son disidentes, al margen de sus opiniones en torno a la reforma educativa, sino simplemente porque aquí se arrasa con todos parejo, en el colmo de la insensibilidad.
Si en Morelos no teníamos un conflicto al estilo Oaxaca, con la actitud repulsiva del tirano en contra del magisterio ni duda cabe que no sólo han de rebelarse con mayor ímpetu, sino que incluso puede darse la solidaridad de los profesores de guerrero, tan cercanos, o mejor aún, los de la propia Universidad local, que sufren los embates de un autoritario que no ha podido doblegarlos.
Efectivamente, Graco tiene problemas con la educación.
Presume de las beca-salario, cuando también se le olvida presupuestar el dinero suficiente, cuando se trata de un programa federal con recursos de esa índole, sobre todo porque no hay una “nueva visión” integral en torno al sector educativo para evaluar el aprovechamiento, la calidad de la infraestructura cayéndose, la ausencia de agua potable, electricidad, sanitarios en buenas condiciones. ¿Cuándo presume el desgobernador de que en cada escuela de Morelos al menos un grupo de nivel básico ya tiene computadoras, si ni siquiera disponen de las mesas para colocarlas ahí? Ya para qué hablamos de pedagogía, si como Nuño sólo aprendió que “La reforma con golpe entra”.
¿Quién dijo que la ausencia de soluciones a los problemas ya citados es exclusiva de Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Chiapas? Ocurre en Morelos, como en el resto del país.
Graco y Nuño afirman que la disidencia es un puñado de revoltosos delincuentes. Pues entonces resulta más vergonzante que tan “poquitos” hayan sentado a dialogar al propio secretario de Gobernación.
Más aún: si esos “poquitos maestros anarquistas” no pesan sobre la mayoría, ¿por qué desde hace dos años que se implantó la reforma educativa no hay resultados que se reflejen en la mejora de la enseñanza y aprovechamiento de los estudiantes, como lo demuestran sistemáticamente las evaluaciones de la OCDE?
Y por no dejar: el gobierno de la República, a través de sus pregoneros en los medios de comunicación afines, no cesa de decir que en los países avanzados los maestros son evaluados. Pero como son tan desmemoriados, se les olvida señalar que quienes dirigen la política educativa de esos países avanzados son maestros y/o especialistas posgraduados en la materia, también sujetos a evaluación, y no simples compadres del Presidente aprendices de todólogos, o para variar de la familia de un desgobernador o de sus agachados.
El seudoaspirante a candidato presidencial de un partido a punto de desaparecer le quiere dar lecciones a los maestros, sin haberse parado en ninguna escuela… al menos para constatar en qué condiciones operan, incluyendo la inseguridad.
Algo sí es seguro: efectivamente hay quien pueda dar lecciones a Gabino Cué y a Duarte de Veracruz de cómo ser peor…