Presidente acepta dimisión e inicia proceso constitucional; toma por sorpresa a compañeros del pleno de la Corte
Ayer, el ministro Eduardo Medina Mora se convirtió en el primer integrante del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en renunciar al cargo desde la disolución del pleno del máximo tribunal en diciembre de 1994.
La decisión del ministro ocurrió en el marco de las acusaciones sobre enriquecimiento ilícito, así como por lavado de dinero en su contra, y a tres meses de que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) confirmó que colabora con los gobiernos británico y estadounidense para investigar 32 transferencias bancarias que realizó entre 2016 y 2018.
Minutos después de que EL UNIVERSAL dio a conocer la dimisión del ministro, la Presidencia de la República confirmó que el presidente Andrés Manuel López Obrador aceptó su renuncia y ordenó turnarla al Senado de la República para su análisis y posterior aprobación, según lo establecido por la Constitución.
“Las renuncias de los ministros de la Suprema Corte de Justicia solamente procederán por causas graves; serán sometidas al Ejecutivo y, si éste las acepta, las enviará para su aprobación al Senado”, indica el párrafo tercero del artículo 98 de la Carta Magna.
Una vez concluido el trámite, el Titular del Ejecutivo podrá enviar una terna para designar un nuevo ministro, por lo que en menos de un año Andrés Manuel López Obrador tendrá la oportunidad de colocar un tercer integrante en el pleno de la Suprema Corte.
Medina Mora fue designado ministro en marzo de 2015, por el expresidente Enrique Peña Nieto, y su periodo concluía hasta el mismo mes del año 2030. En el oficio que envió al Presidente de la República, no da razones para su renuncia.
“Ruego a usted que acepte esta renuncia y acorde a lo previsto en la Constitución la someta a consideración del Senado de la República”.
Anoche, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, envió al Senado el oficio con el que comunica que el Presidente aceptó la renuncia de Medina Mora.
Así, como todas las mañanas desde hace cuatro años, ayer Medina Mora se presentó a trabajar en su ponencia, en la que se caracterizó por ser un ministro liberal en materia de derechos humanos: promatrimonio gay, procannabis y proaborto.
Aproximadamente a las 11:30 horas bajó de su oficina, ubicada en el tercer piso del edificio sede de la Corte, para ingresar al salón de plenos, ataviado con la toga que caracteriza el más alto rango al que puede aspirar un jurista.