Diferencias políticas
Durante las últimas semanas, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas del Gobierno del Estado a cargo de Fidel Giménez Valdés, inició el reencarpamiento de las principales calles de la capital, sin embargo, pes e al millonario presupuesto que manejan, a la supuesta experiencia de los profesionistas, la capacidad y el talento que ahí laboran, lo único que evidenciaron fue un trabajo mediocre, donde la corrupción impera y los “bisnes” también. Poco les importó ponerle solo chapopote que hoy en diversos puntos parecen como cráteres y un riesgo para los automovilistas y sobre todo a los motociclistas.
SIGUEN LOS CONFLICTOS CON CUERNAVACA.- Es inaudito e inadmisible que hoy en día, la tierra del general Emiliano Zapata, en su año, se haya recrudecido la violencia por lo que de acuerdo a la Radiografía Índice GLAC, Morelos registró un aumento de hasta un 700 por ciento en delitos de extorsión, 40 por ciento en homicidio doloso, 24 por ciento en robo de autopartes, y 158 por ciento en secuestro, comparado con el mismo periodo del año anterior, es decir, en esta bendita tierra se tuvo una tasa acumulada durante el primer primeros meses y hasta la fecha, más de 3 mil delitos de extorsión por cada 100 mil habitantes. Y mientras la delincuencia les lleva la delantera a las corporaciones policíacas que cada vez piden más y más dinero para contrarrestar a los malosos, el secretario de Obras del gobierno estatal, Fidel Giménez Valdés, sigue enfrentándose con el alcalde de Cuernavaca, Antonio Villalobos Adán, tratando de exhibirlo porque según él no hace nada, provocando y evidenciando más a su jefe. El político de marras, debe de entender los tiempos. La sociedad está cansada de este tipo de conflictos, enfrentamientos y confrontaciones cuando hay mucho por hacer en bien de la sociedad y mucho que mejorar en su dependencia que ha sido tan cuestionado desde hace más de un año en que llegó. Las obras que hace son de mala calidad, pésima diría yo, dejando mucho que desear y con riesgos de que la corrupción lo haya salpicado y no obstante, siguen en ese afán obsesivo por denunciar hasta por catálogo a su antecesora y al ex titular del Ejecutivo sin que sus querellas tengan alguna reacción, algún objetivo porque al final, no ha logrado que nadie pise la cárcel y solo sea un buzón al servicio del Estado.
A pesar de que su dependencia se ha caracterizado por no hacer ninguna obra de importancia, al menos no hasta el momento –luego de más de un año- y las que han realizado son de pésimas calidad, ahí están las coladeras y rejillas que han quedado hundidas cuando realizaron su reencarpetamiento de chapopote y poniendo en riesgo la integridad de cientos y quizá miles de automovilistas y motociclistas, y pese a ello, apenas el día de ayer, Fidel Giménez Valdés, en sus redes sociales daba a conocer que su dependencia estaba tratando de arreglar con sus brigadas de la SDUyOP, la zanja que abrieron ilegalmente, “arriesgando ser atropellados porque no hay criterio en el gobierno de Cuernavaca”, cuyo presidente municipal es Antonio Villalobos Adán, a quien le reclamaron porque “no mandó agentes de tránsito y porque no ayudan pero sí afectan a todos los ciudadanos”. Su acción es típica de un político mediocre, que por hacer algo, mínimo que también es su obligación y para lo cual le pagan más de 80 mil pesos mensuales, todavía trate de hacer que trabaja mucho y cuestiona a sus enemigos políticos como queriendo quedar bien con sus jefes, cuando la gente está hasta la madre de este tipo de actitudes protagónicas y estúpidas. Debería mejor de arreglar las calles que pavimentó con chapopote gastándose millones de pesos y que hoy en día, están ya en condiciones inapropiadas que incluso, se han convertido en peligro para quienes transitas en autos o motos diariamente.
OTRA VEZ YA ES “CUERNAVACHES Y MORELOYOS”.- Por toda la vida, Cuernavaca ha sido y sigue siendo una ciudad muy bondadosa por su todavía maravilloso clima. “La eterna primavera”, ofrece grandes satisfacciones a sus visitantes por descubrir, aún existen esos rincones mágicos que invitan al pasado. Lugares maravillosos. Restaurantes, hoteles, paisajes, zonas arqueológicas, su gastronomía, museos, etc, Sin embargo, pese a ello el turismo sigue en decadencia en gran medida por las pésimas decisiones de sus autoridades estatales y municipales que se han visto rebasadas por la inseguridad inédita y preocupante. Pero no es solo la delincuencia que está a toda su capacidad, sino por lo sucio y destrozadas que están sus calles y avenidas que evocan al viejo calificativo de “Cuernavaches, Morelohoyos”.
Lo triste es que las calles en diversas colonias lucen viejas, sucias, destrozadas y sin ningún tipo de mantenimiento, por lo que muchos que han salido de la ciudad se han percatado de la diferencia con otros lugares donde sí hay una mejor calidad de vida, por la atención y los recursos que sus gobiernos federal, estatal y municipal destinan para no solo dejarlas en perfectas condiciones y atraer al turismo, sino que implementan programas y hay coordinación sobre todo para lograr acciones positivas que garanticen un estabilidad, diálogo y unidad para tener lugares dignos y decentes. Tristemente esto no sucede en la capital de Morelos -ni en la entidad-, por lo que se ve un gravísimo retroceso por los hoyos, los baches, mini socavones, así como por las coladeras y rejillas hundidas todo esto con la complicidad e indiferencia de sus autoridades locales y estatales. La imagen es mala, y nada tiene que ver lo que hacen con la de otras ciudades como: Aguascalientes, Puebla, Cancún, Querétaro, Guanajuato, entre otras.
Por ello, insisto, la repavimentación de calles con chapopote ha sido un programa fallido, porque tan solo en unos cuantos días que ha estado lloviendo, puso en evidencia la pésima calidad del trabajo realizado por el Estado y que ponen al descubierto que son obras mal hechas, costosas y que rayan en la idiotez y la corrupción.
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