Tropiezo mañanero
Falló la comunicación presidencial en un momento importante. Justo al día siguiente de la masacre de Aguililla, Michoacán.
El caos se apoderó de la conferencia mañanera y se perdió un mensaje que era esperado por todos: la reacción del presidente ante el lamentable hecho, sus condolencias a los familiares, amigos y compañeros de los fallecidos.
Nadie salió al paso de la inquietud de los ciudadanos ante la creciente violencia que se hace cada vez más cruel y cínica.
Se dejó pasar una oportunidad de transmitir confianza y certidumbre a la ciudadanía en un entorno de temor. Hay que ajustar tuercas.
Arranque descoordinado
El inicio de la campaña nacional de vacunación contra la influenza solía ser la oportunidad de que el Sector Salud mostrara un frente común para atender a los ciudadanos.
Este año las cosas cambiaron. El IMSS ya arrancó y la Secretaría de Salud y el ISSSTE lo harán, se dice, en los próximos días.
Zoé Robledo, director del IMSS, dio a conocer que cuenta con más de 10 millones 800 mil dosis para sus derechohabientes
Ya se están aplicando y la población se siente más protegida ante los riesgos de la temporada invernal.
Ojalá que las otras dependencias no tarden más.
Deporte, primera victoria
Las reiteradas protestas de los deportistas mexicanos tuvieron eco.
En el Paquete Presupuestal 2020, el presupuesto del impulso al deporte tuvo, después de cinco años de caídas, un incremento sustantivo.
Claro que también ayudó el destacado desempeño de la delegación mexicana en los pasados Juegos Panamericanos de Lima.
El presupuesto será de 2 mil 800 millones de pesos. Se trata de un año olímpico, por lo que el diputado Ramírez Cuéllar, se pronunció favor de que este presupuesto tenga a partir de ahora un incremento constante y no sólo con motivo de las Olimpiadas.
El deporte de competencia fortalece valores nacionales, genera unidad, y promueve la actividad física sobre todo entre las generaciones más jóvenes.
Bienvenido el apoyo presupuestal al deporte. Que sea una política pública constante.
Herencia de Medina Mora
Eduardo Medina Mora fue titular del Centro de Investigación y Seguridad Nacional durante el sexenio de Vicente Fox.
Quienes trabajaron en esa institución en aquellos años, recuerdan que Medina estableció un principio de orden y optimizó procesos que han permitido que el Cisen siga funcionando aunque haya cambiado de nombre.
Determinó que los agentes estarían enterados sólo de la información de inteligencia que ellos procesaban y que la película completa sólo estaría al alcance de los mandos.
La 4T bautizó al Cisen como Centro Nacional de Inteligencia, aunque está en el mismo lugar y con la misma gente. La ductilidad del centro debe mucho al trabajo de Medina Mora. Nadie sabe para quién trabaja.