Primero Loret, ahora EL UNIVERSAL
A una empresa, seguramente con recursos inmensamente menores que los del Estado mexicano, y sin el acceso privilegiado a información sensible, le llevó solo 5 meses identificar, documentar y exhibir una red que obtuvo miles de millones de pesos en moches a cambio de contratos de Petróleos Mexicanos. Algunos medios como EL UNIVERSAL han tenido acceso a esa investigación realizada por la empresa Black Cube y han publicado notas, reportajes e investigaciones y ahora, la Secretaría de la Función Pública, que encabeza Irma Eréndira Sandoval, emplaza a este diario a que en siete días entregue pruebas certificadas de la información y grabaciones con las que se realizaron los reportajes. Esta misma requisición se la hizo días antes al periodista Carlos Loret de Mola. Tres puntos: Primero, a 11 meses, más del doble del tiempo que le ha tomado a Black Cube ¿el gobierno no ha podido tener pruebas suficientes de la red de corrupción y ahora necesita “ayuda” de los espías que consiguieron la información? Segundo, ¿entenderá la Función Pública que la libertad de prensa, entre otras cosas, sirve para poner luz sobre este tipo de casos de corrupción, pero a los que hay que presionar para que entreguen resultados “certificados” que puedan servir para judicializar es precisamente a las autoridades? Tercero, un tip: la información que requieren oficialmente, está ya publicada en este diario y en varios medios más, solo tienen que tomarla. Al parecer hay una disfunción pública. Primero fue la presión contra Loret y ahora contra EL UNIVERSAL.
AMLO, no hay felicidad completa
Pues no, parece que no, que la violencia no llegó a su punto de inflexión. Ayer, por tercer día en esta semana, hubo un acto de violencia con la intensidad casi de una guerra, y el día que pintaba perfecto para el presidente Andrés Manuel López Obrador, terminó por desdibujarle la sonrisa. Por la mañana, el mandatario inauguró los trabajos de uno de sus proyectos prioritarios, el Aeropuerto Internacional “General Felipe Ángeles”, en Santa Lucía. El Presidente lucía radiante, y no era para menos, pues tuvo que dar una dura batalla en tribunales contra sus adversarios políticos, para que ayer los trascabos pudieran iniciar la obra, su obra. Pero poco tiempo duró la felicidad. Hacia la tarde tuvo que mandar reunir al gabinete de seguridad para enfrentar la crisis que se vivió cuando una patrulla de militares y guardias nacionales se toparon y detuvieron en Culiacán a Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo Guzmán, y se desató el pánico luego de que grupos paramilitares, incluso con vehículos de ataque blindados, buscaban rescatarlo. Y después vino la peor noticia: liberaron a Guzmán, pues fueron superados por los criminales. Para el final de la jornada el presidente quizá ya no tenía la sonrisa de la mañana.
La carta del presidente y la sonrisa de Neal
Una sonrisa, un movimiento de cabeza para asentir y un agradecimiento provocó la carta que el presidente Andrés Manuel López Obrador envió al congresista Richard Neal, presidente del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes de EU. Don Richard, nos comentan, dijo que México y López Obrador tienen palabra de honor porque cumplieron con el compromiso en temas laborales y que el tratado comercial, el T-MEC va por buen camino para resolverse pronto en el Congreso de EU. En paralelo y en una reunión técnica con la presidente de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, y el congresista Henry Cuellar, representantes de la Secretaría del Trabajo presentaron el plan de implementación de la reforma laboral. Toda una labor en equipo de la Cancillería, Hacienda, y Secretaría del Trabajo, nos dicen.
Carroña petrolera
Vuelan en círculo sobre el lugar donde hace menos de 24 horas aún se sentaba el ahora exlíder petrolero Carlos Romero Deschamps. La silla aún esta tibia y la Coalición Petrolera Independiente, encabezada Jorge Hernández Lira y Mario Rubicel, ya salió a expresar su interés por dirigir el gremio; esta corriente que por más de una década formó parte de la disidencia al liderazgo de Romero Deschamps y en 2012 contendió para quedarse con la secretaría general, lo cual no ocurrió por lo que acusaron fraude. Nos cuentan que lo que viene es una encarnizada lucha por la dirigencia, pues el descontento generado durante los 26 años que estuvo el ex senador priista al frente fue caldo de cultivo para el surgimiento de múltiples movimientos que buscarán ocupar la Secretaría General del apetitoso sindicato petrolero.