Incognitapro

TEMPLO MAYOR

EL QUE va a tener una semana muuuy ajetreada es Alfonso Durazo, pues hoy mismo recibirá a un grupo de diputados para hablar del humanista, cristiano y fallido operativo en Culiacán; y luego el propio secretario acudirá a San Lázaro.

Todo eso, además, mientras tiene que lidiar con las grillas en su contra al interior del gabinete presidencial, que están desatadas.

***

A SÓLO cuatro días del cambio de gobierno, Baja California está que arde... y no sólo políticamente, sino también por los incendios forestales que ya han destruido entre 9 y 14 mil hectáreas, al menos 236 casas y han dejado un saldo de tres personas muertas en Ensenada, Tecate y Playas de Rosarito.

SI BIEN esta oleada de incendios se dio de manera repentina por los llamados “vientos de Santa Ana”, la realidad es que los bajacalifornianos están padeciendo tanto la mal entendida austeridad del gobierno federal, como la falta de previsión de la saliente administración de Kiko Vega.

COSA de recordar que Baja California fue una de las entidades más afectadas por el recorte a la Comisión Nacional Forestal, que prácticamente se quedó sin recursos para atender los incendios ahí en la península.

De hecho, ha sido la Secretaría de Marina -¡para variar!- la que ha tenido que entrarle al quite.

¿Y EL gobernador electo, Jaime Bonilla?

Anda demasiado ocupado en preparar su toma de posesión y agandallarse tres años de gobierno, como para preocuparse de que a sus paisanos, literalmente, les esté llegando la lumbre a los aparejos.

***

EL INCIDENTE del embajador Ricardo Valero en una de las principales librerías de Buenos Aires, según sus propias palabras, no fue que se robara un libro, sino que hubo una confusión cuando lo pagó.

De acuerdo con el diplomático, la alarma antirrobos sí sonó, también llamaron a la policía, pero al final hasta le pidieron una disculpa.

***

TANTO criticaron al Gran Premio de Fórmula 1 por fifí y clasista... y ahí estaban en primera fila.

Funcionarios federales y capitalinos, así como varios de los influencers cuatrotransformadores se dejaron seducir por el ruido de los motores y el glamour social de la competencia a la que, inclusive, llegaron a acusar de que fomentaba -¡agárrense!- la pigmentocracia.

Lo dicho: cae más pronto un hablador que un Ferrari.

Ámbito: 
Nacional