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BITÁCORA DEL DIRECTOR

Lo que tendría que decir el informe sobre Culiacán

Esta semana el operativo fallido en Culiacán volverá con fuerza a la discusión pública. El martes está citado para comparecer ante senadores e informar sobre el tema el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo [después de entregar esta columna la fecha fue cambiada para el martes 5 de noviembre]. Y se espera que el miércoles, el gobierno federal dé a conocer un “reporte cronológico” sobre los hechos del jueves 17 en la capital sinaloense cuando fue detenido y luego liberado Ovidio Guzmán.

De entrada, habría que decir que la comparecencia y el reporte llegarán tarde. Es difícil de entender que el gobierno demore casi dos semanas en responder muchas de las preguntas que se hacen en la opinión pública. Hasta ahora, la estrategia informativa ha consistido en mostrar el resultado del operativo como una acción “humanista” que evitó muertes, pero ha esquivado repetidamente cómo fue que se tomó la decisión de detener a Ovidio Guzmán y cómo se planeó el despliegue de las fuerzas de seguridad, que pronto se vieron rebasadas por los sicarios.

La insistencia por conocer detalles respecto de los orígenes del operativo –e ir más allá de las opiniones del gobierno sobre la decisión de entregar al capo– condujo al presidente Andrés Manuel López Obrador a ofrecer “un reporte cronológico de cómo se dan las acciones, cómo sale el Gabinete de Seguridad hacia Culiacán, cuándo se me informa sobre la decisión que habían tomado y qué respondo”. Pero para que el informe sea completo deberá incluir datos precisos, no sólo sobre el movimiento de los soldados que fueron por Ovidio Guzmán, sino todo aquello que aún no se sabe con precisión. Principalmente, quién, cómo y cuándo ordenó que fuese detenido en el conjunto residencial Tres Ríos.

Es decir, cuándo conoció el gobierno mexicano la intención del gobierno estadunidense de juzgarlo bajo su jurisdicción y cuándo se giró la orden de aprehensión con fines de extradición; qué contactos hubo con Washington sobre el tema, y si es verdad que fue la DEA la que localizó a Ovidio en Culiacán y si no lo es, cómo supo el gobierno su ubicación. Posteriormente, habrá que conocer cómo se planeó la operación y por qué tardaron tanto en llegar las órdenes de aprehensión y cateo. ¿Quién estuvo a cargo del operativo? ¿Por qué se destinaron tan pocos elementos? Se habla de 35 cuando en la detención de la madre de Ovidio Guzmán, en febrero de 2014, participaron 200. El presidente López Obrador dijo la semana pasada que él no estuvo enterado del operativo. ¿Quién, entonces, coordinó y con quién(es) mantuvo comunicación entre las 3 de la tarde y el momento de la liberación de Ovidio?

Ese jueves, el Presidente recibió a su homólogo de Cuba y posteriormente se dirigió al aeropuerto para tomar un vuelo a Oaxaca, que salió de plataforma, según datos de la aerolínea, a las 18:40 y llegó a su destino a las 20:13. ¿Cuándo fue informado el mandatario sobre los sucesos en Culiacán? ¿Qué le dijeron y qué respondió él? El informe también tendría que aludir a la comunicación que hubo entre los integrantes del Cártel de Sinaloa y los funcionarios públicos. Y es que, en días recientes, ha circulado un audio en el que se escucha presuntamente a Iván Archivaldo Guzmán, otro hijo de El Chapo, amenazar con “calentar todos los estados” si no soltaban a su hermano.

Para que la información que entregue el gobierno sea “exhaustiva” y de “transparencia completa” debería incluir asimismo, el papel que está jugando la producción de fentanilo en territorio nacional en el reciente deterioro de las relaciones entre México y Estados Unidos, evidenciado por las palabras del subsecretario de Estado Richard Glenn. ¿Es la producción de esa droga –que está causando decenas de miles de muertes por sobredosis en el vecino país– la razón por la que iban por Ovidio Guzmán?

Ámbito: 
Nacional