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DÍA CON DÍA

Ciudades tomadas: Culiacán y Celaya

El 17 de octubre vimos hasta qué punto Culiacán es una ciudad tomada por el cártel de Sinaloa.

Me gustaría saber cuántas ciudades mexicanas de similar importancia están tomadas por el crimen organizado, en el sentido no de tenerlas como refugio o como lugar de residencia, sino de tenerlas a su merced, sometidas a una invisible pero cotidiana tiranía.

Los homicidios son el indicador irrefutable de la existencia del crimen en un territorio pero quizá no son el delito que agobia más a la sociedad. La asusta y la horroriza, pero no la oprime.

Quizá el delito más opresivo socialmente no sea ni el narcotráfico ni el huachicol, sino el llamado derecho de piso, la existencia de esa especie de Estado paralelo criminal que cobra cuotas de extorsión a los negocios y a las personas.

Héctor de Mauleón ha hecho el retrato estremecedor de la captura de Celaya por el derecho de piso.

Como consecuencia de la guerra entre el Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel Santa Rosa de Lima, los homicidios han crecido en el estado de Guanajuato de 18 por cada 100 mil habitantes en 2017 a la tasa actual de 43 por 100 mil habitantes.

Pero la verdadera opresión de la ciudad de Celaya radica quizás en otra parte. Ejemplos:

Las 16 agencias automotrices de la ciudad han recibido llamadas o mensajes exigiéndoles pagos iniciales de 400 mil pesos y 50 mil cada mes. Por negarse a pagar estas cantidades, la concesionaria de John Deere fue prácticamente destruida a tiros una madrugada.

A las tortillerías de la ciudad se les exigen cuotas criminales que van de 3 mil a 50 mil pesos. Según la Asociación de Industriales de la Masa y la Tortilla, 95 por ciento de sus negocios asociados son víctima de extorsión.

Los dueños de tortillerías cerraron una vez sus locales para llamar la atención de las autoridades sobre el hecho. Se sumaron pronto carnicerías y taquerías.

La captura no perdona ni a las iglesias. Los criminales han llamado a los curas de hasta 20 templos exigiéndoles dinero para que “no pase nada en la iglesia”. (Héctor de Mauleón: “¿Qué rayos pasa aquí”, El Universal, 8/10/19).

hector.aguilarcamin@milenio.com

Ámbito: 
Nacional