¿A qué viene lo del golpe de Estado?
Más que altura de muros, les hace falta altura de miras.
Florestán
El fin de semana me quedé con la duda de por qué el Presidente había publicado tres tuits centrados en el golpe de Estado, lo que hoy nadie tiene en la cabeza.
Es un tema que no existe, del que no se habla desde noviembre de 1976, cuando se daba por hecho el autogolpe de Luis Echeverría para el día 20.
O antes, tras la matanza de Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968, cuando lo temía el presidente Gustavo Díaz Ordaz.
Aquella noche, el secretario de la Defensa Nacional, Marcelino García Barragán, pidió verlo con los comandantes de las Zonas Militares y los recibió en Los Pinos.
El General Secretario le reiteró lealtad, apoyo y disciplina del Ejército, con lo que Díaz Ordaz respiró y los soldados ratificaron su pundonor y patriotismo.
Y por supuesto al asesinato del presidente Madero en febrero de 1913, al lado del vicepresidente Pino Suárez.
Pero hoy no es entonces ni antes, López Obrador no es Madero, tiene un Ejército leal, un gabinete propio, un Congreso mayoritario y nadie hablaba de golpe de Estado hasta que él lo hizo el sábado cuando escribió que a diferencia de Madero, cuenta con una mayoría libre y consciente, amante de la paz y de la legalidad que no permitiría otro golpe de Estado, en lo que estoy totalmente de acuerdo, como decía arriba.
Lo que le contaba que no entiendo es por qué sacó el tema, lo que quiso explicar en la mañanera de ayer, refiriéndose al mensaje del general en retiro Carlos Gaytán Ochoa, que la semana pasada en un desayuno con militares dijo que la sociedad está polarizada políticamente porque la ideología dominante, que no mayoritaria, se basa en corrientes pretendidamente de izquierda que acumularon durante muchos años gran resentimiento.
El Presidente calificó la declaración del general de imprudente, con una actitud poco mesurada y un lenguaje bastante conservador.
Y que por eso.
¿Por eso…?
Al final, el Presidente declaró lo que he sostenido: que nadie está pensando en dar un golpe de Estado, que no hay condiciones, lo que, reitero, es cierto.
Pero él lo puso en la discusión nacional.
RETALES
1. QUE NO.- En un comunicado de la Segob, Olga Sánchez Cordero dijo que se mantiene en lo dicho: que para ella los cinco años de Jaime Bonilla son inconstitucionales y que lo resolverá la Corte.
La grabación y su filtración, otra infamia;
2. INSTRUMENTO.- No entiendo que una unidad de la Secretaría de Seguridad Pública dedicada a desarrollar inteligencia contra la delincuencia organizada se utilice para seguir cuentas de redes y exhibir a quienes no ha probado su participación.
¿Qué dirían en otros tiempos?; y
3. DESASTRE.- Lo de Morena en modo PRD ya es indescriptible y sí, echarán para 2020 la elección que en 2018 habían aplazado para este noviembre de 2019.
No pudieron con el desastre de la lucha por el poder.
Nos vemos mañana, pero en privado.