Peso ‘fortachón’: ¿así seguirá?
El viernes pasado, el tipo de cambio del peso frente al dólar cerró en 19.10. El último día de la administración de Peña, la paridad había cerrado en 20.34 pesos por dólar.
Esto quiere decir que, a 19 días de cumplir AMLO su primer año en el gobierno, el dólar se ha abaratado en 6.1 por ciento.
No es un secreto que una de las variables económicas a las que pone especial atención el presidente López Obrador es precisamente la cotización del dólar.
Y no solo lo hace por una fijación “lopezportillista”, sino porque sabe que hay mucha gente que podría percibir una mayor problemática económica con una mayor depreciación de nuestra moneda que con un PIB en cero crecimiento, como lo tenemos.
Le he comentado en diversas ocasiones que uno de los problemas que tuvo el gobierno de Peña fue la fuerte depreciación del dólar que tuvo durante su mandato.
La administración anterior comenzó con un dólar a 12.96 pesos y lo dejó en 20.34. Eso significa una devaluación de 56.9 por ciento.
Además, con una inflación de 27.3 por ciento, la devaluación real fue de 23.2 por ciento en el sexenio, un promedio anual de 3.5 por ciento, uno de los sexenios en los que fue mayor la devaluación real de nuestra moneda.
Si la paridad terminara el 30 de noviembre como el viernes pasado, habríamos tenido una revaluación real de nuestra moneda de 9.4 por ciento frente al dólar en el primer año de este gobierno.
Cuando AMLO dice que tiene “otros datos”, a veces está en lo cierto, pues la fortaleza de nuestra moneda, el “peso fortachón” como él a veces lo llama, sin lugar a dudas, incide en la imagen que la gente tiene del gobierno y específicamente del presidente de la República.
La pregunta es si una paridad relativamente estable es un escenario plausible para su gobierno.
La interrogante es relevante ante la opinión de la firma Morgan Stanley, institución que la semana pasada recomendó salir de activos en pesos, pues pese a que los rendimientos son altos comparados con los de otras regiones, a su juicio ya no pagan los riesgos que existen.
No es la opinión generalizada de las firmas de asesoría de inversión, pues de lo contrario no tendríamos la paridad que ahora tenemos.
Sin embargo, el 2020 complicará las cosas, pues por un lado veremos una tendencia a la baja en las tasas de interés que va a concretarse esta misma semana cuando Banxico tome la decisión de bajar las tasas de 0.25 a 0.50 puntos.
Pero, no será la única baja, la previsión es que el próximo año baje por lo menos otro medio punto. Es decir, habrá una reducción de rendimientos. Y, también hay consenso en que los riesgos crecerán tanto por la posibilidad de que los ingresos públicos queden debajo de lo previsto como por el riesgo de que Pemex pueda perder el grado de inversión por parte de Moody’s.
Es decir, que hayamos tenido un buen primer año en materia de paridad cambiaria no quiere decir que esa será necesariamente la tónica del siguiente año y del resto del sexenio.
No me extrañaría que las estimaciones del tipo de cambio para el cierre de 2020, que ahora se ubican en promedio en 20.10 pesos por dólar, al paso de los meses pudieran empezar a moverse hacia arriba en la medida que los elementos de riesgo se hagan efectivos.