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LA COLUMNEJA

Todos somos narcos  ...

 

En realidad no sabemos que calificativo aplicar a los hechos ocurridos en la colonia Alta Vista de Cuernavaca, donde una joven madre embarazada y su pequeña hija de solo 5 años, fueron acribilladas por sicarios. Si de por si eso es lamentable, lo es más la posición de Seguridad Pública que mediante un boletín, de una manera o de otra involucra a las víctimas con el crimen organizado.

 

Así ha sido en todos los casos: en Morelos todos somos narcos, nadie es víctima, según ha exclamado en no pocas ocasiones el comisionado Alberto Capella Ibarra. Esta ha sido en todos los casos la airosa salida del turista uniformado, que contrario a lo que decía don Lauro Ortega Martínez, sobre los “turistas de itacate”, el ex Rambo tijuanense no trajo itacate, se lo lleva cargado de dinero mal habido y con las entrañas familiares sumamente lastimadas.

 

Retomando ingeniosas frases de algunos facebuqueros, calificaron como la efectividad del cuerpo policiaco en un concepto huidizo, “zacatón” para justificar una efectividad que nunca ha tenido. Y solo cuando la sociedad aprieta o sienten “la soga al cuello” enseguida encuentra a los responsables mediante un método nada ortodoxo según nuestros contactos. Recurrente a esa “psicología visual” bien fundamentada levantan a quien se encuentren en el camino y los mire feo, el que tenga cara de “más ojete”, o el que tenga tipo de maldito ... “si, fue ese wey”, y queriendo que no, son los culpables.

 

Que ya tienen detenidos a dos presuntos culpables de esta criminal aberración, puede ser, y esperemos que la  selección de los responsables haya sido cauta, técnicamente pensada bajo los cánones de brillante investigación. Fueron dos de los cinco que se “aventaban un churro” en la barranca del Tecolote. El único inconveniente es que eran más de dos, y a ellos les dijeron que eran dos.  Nuevamente usaron esa técnica que los distingue, “de tin marín, de do pingüe”, o el efectivísimo “piedra, papel o tijera”... “son esos dos weyes, pareja... verás cómo confiesan”, al cabo que ya autorizaron la tortura.

 

Capella anda desquiciado, ya medio loco con tanta muerte a manos de la delincuencia que dijo controlar, o en el mejor de los casos ser su aliado y recibir pingües dividendos. Así tenemos que hasta el 28 de junio 65 personas han muerto, entre ellas 13 mujeres. Un total de  334 personas fallecidas de forma violenta en lo que va del 2016. Ah, también 23 secuestros con el último de un taxista en el Santo Domingo en Tepoztlán. Pero no hay de que preocuparse, porque en Torre Morelos se encuentra Victor Manuel Alaniz Morales, Director de Sistemas e Información Criminógena que se encarga de truquear y enviar datos falsos a la Comisión Nacional de Seguridad. (Gracias amigo Jesús Castillo).

 

Javier Pérez Durón, el que se alquila como Fiscal General anda en busca de un especialista  en psiquiatría, y trata de conseguir a como dé lugar un jefe de almacén aunque le pague como diputado. El primero para quitarle el trauma de que Capella es su jefe y le tiene que rendir cuentas incluso antes que a Graco. El segundo. El jefe de almacén, porque ya no encuentra lugar donde acomodar tantas carpetas de investigación que abiertas con cada deceso  se le han acumulado en su escritorio tan solo en este año, amén de la herencia recibida junto con las broncas de las fosas de Tetelcingo, Jojutla y contando.

 

Pero no falta un pelo en la sopa que se llama Adriana Pineda Fernández, jefaza de la Unidad Especializada en el Combate al Secuestro (IUECS), que en lugar de tratar (aunque se duda mucho que puedan) de resolver siquiera uno de los 23 secuestros de este año, se siente magnate al rodarpor calles y avenidas en los tres automóviles Dodge Charger, versión SRT8 con asientos de piel, quemacocos, localizador, Ipod y otras zarandajas con un valor superior a los  650 mil pesos cada uno, así como dos motocicletas de gran lujo y cilindraje, especiales para autopistas. Desde luego son transporte que hace falta en la dependencia y es para traslado del personal de la UECS.

 

Independientemente de que sabemos que de los tres enunciados ninguno hace su trabajo, será importante saber de dónde sacó Adriana Pineda el dinero para la compra de estos vehículos en la UECS, que tiene un importe superior a los tres millones de pesos. En que sucursal bancaria están los 25 millones de pesos que se dice tiene ahorrados el fiscal Javier Pérez Durón, y de donde salió para comprar la casa que por más de siete millones compró en lujoso fraccionamiento de Emiliano Zapata el comisionado Capella Ibarra a seis meses de su llegada a Morelos, con los sueldos que perciben, y que según la Contraloría del Estado, son de 60 mil pesos mensuales para cada uno, más un bono.

 

Llega un “ángel” como  Delegado del  PRI en Morelos...

 

Con la bolsa de los dineros abierta, llega a Morelos el nuevo delegado del PRI Fernando Charlestón Hernández, recién desempacado del gobierno Duartista, donde se desempeñó como ex Subsecretario de  Finanzas y Planeación y después como titular del área. Como mejor referencia para lograr la unidad, el señor trae aparejadas a su llegada varias denuncias ante la Procuraduría General de la República, como presunto responsable de desvío de recursos.

 

Los cargos se encuentras asentados en la Averiguación DGJ/C1/2551/2011, bajo el No. de Auditoría 785/466 en la Cuenta Pública 2010-2011 del Fondo auditado al Seguro Popular con un daño patrimonial de $1,602, 185,792.78 (Mil seiscientos dos millones ciento ochenta y cinco mil setecientos noventa y dos pesos con 78 centavos). Eso es en una, en otra $405,911,099.50 (Cuatrocientos cinco millones  novecientos once mil noventa y nueve pesos. 50 centavos). Si de por si el PRI-Morelos está como está, a ver cómo le va con este “angelito” ... utsss ...

 

P.D. SOY RESPONSABLE DE LO QUE ESCRIBO, NO DE LO QUE TU PIENSAS

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