Morena, ese monumento al cinismo
Morena se robó la presidencia de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para imponer, por la vía del fraude, a una Ombudsperson de su partido, gobiernista hasta la médula, que en redes sociales llamó a que “NO DESAPROBECHEMOS (sic) ESTA OPORTUNIDAD DE HACER HISTORIA” con López Obrador.
Los que en la elección de 2006 paralizaron parte del país para recontar “voto por voto, casilla por casilla” de la elección en que perdieron (y se les concedió en un buen número de secciones), ahora que ganaron con trampas no quisieron limpiar la elección en una sola urna que se instaló en el Senado.
Piedra Ibarra no alcanzó en el Senado la mayoría calificada que exige la ley para presidir la CNDH, pues tuvo 76 votos de un total de 114 senadores presentes.
Su elección fue inconstitucional. Punto.
También su candidatura fue ilegal. Había rendido protesta como consejera estatal de Morena en Nuevo León, y un requisito para presidir la CNDH es no tener cargo partidario.
Violaron la ley y se robaron la elección, con tal de satisfacer el deseo del Presidente.
Y además, espiaron, lo que también es ilegal y un abuso de poder.
Ricardo Monreal dio a conocer en una conferencia de prensa el chat de una conversación entre los panistas Marko Cortés (presidente del partido), Mauricio Kuri (líder de la bancada) y la vicepresidenta del Senado, Guadalupe Saldaña.
Ahí está la síntesis del cinismo de un partido que llevó a presidir la CNDH a una persona inelegible. Que hace fraude en la elección. Que espía a los senadores opositores a esa candidatura. Y que lo presume en conferencia de prensa.
Frente al malestar generado por su turbiedad, prometieron repetir la votación el martes. Pero como se dieron cuenta que volverían a perder, realizaron una bochornosa maroma y evitaron la elección.
Con ese fraude mataron la gran institución creada en 1990 para defender al ciudadano de los abusos del poder.
Los periodistas, a quienes el Presidente compara con perros sin bozal, ¿podrán quejarse ante la nueva titular de la CNDH por el acoso gubernamental que los expone a agresiones físicas?
Esto piensa, y escribe, Rosario Piedra Ibarra de la prensa que critica medidas de López Obrador: “MEDIOS CHAYOTEROS, YA DEJEN DE MANIPULAR LA INFORMACIÓN!!!”.
Durante el año en que más han matado periodistas en la historia, la nueva Ombudsman hace como que no sabe: “¿han matado periodistas?”.
Impuesta por el gobierno mediante el fraude, ella es la que nos va a proteger, a periodistas y ciudadanos en general, de las agresiones… del gobierno.
El presidente López Obrador reaccionó ante los reclamos de su imposición con un poco pensado “es que el PAN quiere una CNDH de florero”.
¿Cómo? ¿Ya se dio cuenta de lo que dijo? Dijo que el principal partido de oposición quiere a una CNDH que sea florero del Presidente, o sea de él.
Ese monumento al cinismo llamado Morena, que elevó a rango de delito grave el fraude electoral para que se castigue con cárcel antes de que haya una sentencia definitiva, tuvo que anular su proceso de elección de su dirigencia, por fraude.
Alrededor de cien de casi 300 asambleas distritales para elegir delegados al Congreso de donde saldría la nueva dirigencia reventaron por fraude y violencia: balazos, artefactos explosivos, riñas colectivas, sillazos, prohibición de acceso a candidatos, padrón inflado, inducción al voto.
El Tribunal Federal Electoral, de plano, les anuló el proceso que debió culminar los días 23 y 24 de noviembre.
Cuando se le enseñó a la líder del partido y candidata a presidirlo, Yeidckol Polevnsky, una foto donde los asistentes a la asamblea de Naucalpan reciben un acordeón con su nombre para que no se equivoquen a la hora de votar, ella respondió: “hay que ayudar porque algunos no saben leer”.
Y si no saben leer en la boleta, ¿cómo van a leer el papelito en que va escrito su nombre?
Al grano: ¿por qué los balazos? ¿Por qué las bombas molotov? ¿Por qué la falsificación del padrón? ¿Por qué las riñas multitudinarias?
Cuéntenle a otro que se pelean por “servir al pueblo”.
Esa lucha es entre mafias por un botín, y el botín está en el poder.
Además de cinismo, hay bandidaje en el partido que nació hace menos de cinco años.
Es el partido que está destruyendo las instituciones que son contrapeso del poder presidencial, como la CNDH.
Se trata, nada menos, que del partido gobernante.
Contra ese partido, sus mañas, sus mafias y su desprecio por la legalidad, tendrá que contender la oposición dentro de año y medio.