De políticos, poetas y curas
Hubo un tiempo en que López Obrador, Javier Sicilia y el padre Solalinde comulgaban juntos, pero su relación se enfrió.
Un día, en la campaña política del 2012, Sicilia intentó darle a Andrés Manuel un beso en la mejilla, pero el tabasqueño lo rechazó. Quedó claro para todos que había una fisura cercana al rompimiento.
Para López Obrador, el poeta Sicilia ya es, en el 2019, un opositor más con el que le da flojera reunirse.
El padre Solalinde es amigo de Sicilia pero es mucho más amigo del poder. Solalinde dijo que Sicilia es un buen poeta pero un pésimo político. Lo negará tres veces.
El truco de las reasignaciones
Conforme se acerca la fecha límite para aprobar el Presupuesto 2020 comienzan a aparecer los “guardaditos”.
Ese dinero que se dijo por semanas que no había, comienza a salir a flote. No es que Mario Delgado y Ramírez Cuéllar fabriquen dinero, sino que les quitan a unos para darles a otros.
Reasignaciones, le llaman al dinero que cambia de bolsillo.
Más de 9 mil millones de pesos se reasignaron a los programas sociales consentidos de la 4T, que para eso es gobierno. Los sacaron, se dice, de los organismos autónomos.
Los que plano tendrán un año 2020 de austeridad total son las organizaciones campesinas, sobre todo las que no comulgan con el Gobierno, como Antorcha Campesina, que podría quedarse con las manos vacías.
Mismas caras, diferente nombre
No hace mucho, el INE concluyó el papeleo para formalizar la pérdida de registro de los partidos PES y Nueva Alianza.
Hoy, la autoridad electoral se prepara para regresarles el registro, aunque con nombres diferentes.
PES ahora es conocido como Encuentro Solidario, y Nueva Alianza se llama Grupo Social Promotor de México.
Ambas organizaciones encabezan a los grupos que pretenden alcanzar su registro como partidos políticos en el 2020. De hecho, el Grupo Social es el único que hasta ahora ha cumplido con todos los requisitos.
Un paso atrás se encuentra la organización que promueven los expanistas Felipe Calderón y Margarita Zavala: Libertad y Responsabilidad Democrática. Lo dicho, mismas caras con otros nombres.
El negocio de la protesta
La historia de Leopoldo Domínguez es una disección de la industria de la protesta.
Un productor integrante del Barzón que trajo desde Chihuahua el diputado morenista Eraclio Rodríguez para sumarlo al cerco impuesto a la Cámara de Diputados.
Ya en el campamento, don Leopoldo salió en busca de una lata de chiles. Caminó varios minutos y se perdió en la gran ciudad, que suele ser hostil con los visitantes que no la conocen.
El campesino, de 75 años y con problemas de comunicación, se desorientó y se internó en calles bravas, donde lo golpearon unos malandros.
Pasaron las horas y los días, algunos de sus compañeros lo buscaron, pero después emprendieron el camino de regreso a Chihuahua. Se fueron sin él.
Don Leopoldo apareció y el diputado Rodríguez quiso sacarle raja recibiéndolo con porras en Chihuahua. Como nadie lo secundó desistió de la bienvenida. Don Leopoldo regresó a su casa mallugado, pero con una lata de chiles chilanga.