El empresariado compromete inversión por $859 mil millones en 5 años. Obras para el sur del país, sólo el 15% de esa inversión.
Carlos Slim, Graciela Márquez Colín (titular de Economía) y Carlos Salazar Lomelín (presidente de CCE), durante la presentación del plan de infraestructura amlista. (Fotos: Cuartoscuro)
El turismo, así como telecomunicaciones y carreteras repuntan como los principales rubros de interés para la inversión privada durante el sexenio lopezobradorista.
El empresariado mexicano se comprometió ayer a invertir 859 mil 22 millones de pesos en infraestructura de 2020 a 2024, y más del 55 por ciento del capital se relaciona con obras de estos tres sectores: 252 mil millones para turismo, 118 mil para telecomunicaciones y 100 mil para carreteras.
Como nota mala, sólo el 15 por ciento de la inversión está destinado al sur del país.
Aunque se anunciaron 147 proyectos, 10 de éstos acapararán casi 5 de cada 10 pesos. Las más sobresalientes son complejos hoteleros en 17 destinos turísticos del país (100 mmdp), telefonía móvil o fija (86 mmdp), residencias, hotelería y campos de golf (40 mmdp) y parques acuáticos, temáticos y naturales (26 mmdp).
Sorprendió, de arranque, la inclusión en este Acuerdo Nacional de Infraestructura de sólo 147, una cantidad ínfima si se considera lo referido en los últimos meses. En el propio boceto presentado este martes, se especificaba: “Se han identificado mil 600 proyectos que podrán contribuir a lograr un crecimiento superior al 4 por ciento, propuesto por el gobierno federal en el Plan Nacional de Desarrollo”.
El número, se aclaró, no es definitivo, y más obras podrán sumarse en los próximos años, conforme se analice su viabilidad. En enero del 2020 se detallarán las vinculadas con los temas de energía y salud.
Los proyectos serán sometidos a procesos de contratación o licitación pública.
“Al final, los secretarios son los responsables de la licitación y la transparencia de los procesos. Algunos, el 70 por ciento, están muy claros, en otros casos tendremos que limpiar ciertos procesos para que haya transparencia”, dijo Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia y quien coordinará el esquema.
En el Acuerdo, el gobierno federal se compromete a generar un clima de confianza para invertir, facilitar la inversión privada, mantener estabilidad macroeconómica, eliminar barreras, agilizar trámites y permisos, así como prevenir y solucionar conflictos, siempre con “apego al marco jurídico”.
El compromiso de los inversionistas es ejecutar todos los proyectos en tiempo, calidad y costo, conforme a valores y códigos de ética.
Carlos Salazar, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, dedicó este esfuerzo al presidente de la República y elogió la cifra de inversión, porque “casi iguala la que viene en el presupuesto de la Federación para infraestructura”.
Todo el dinero de las obras enlistadas en Palacio, dijo, “es privado, y le ponemos foco al sur del país, donde habrá 42 proyectos, con un monto de 137 mil millones de pesos (15.9 por ciento del total), 45 están en el centro y 49 en el norte, un número equilibrado, no lo buscamos hacer, sino son las alternativas y oportunidades en las diferentes regiones; 11 cruzan por todo el país”.
Setenta y dos de las 147 obras referidas deberán estar listas en 2020, con una inversión de 431 mil 318 millones de pesos; 41 en el periodo 2021-2022 y 34 en el 2023-2024.
“Para financiar estos programas disponemos no sólo de los 600 mil millones que tiene hoy la banca…, los recursos adicionales que hay en la banca internacional y en los fondos internacionales que han manifestado su interés en invertir en México nos permiten asegurar no sólo el financiamiento de estos 859 mil millones en los próximos cinco años, sino todos los paquetes adicionales, y también seguir apoyando las inversiones del sector público. Recursos hay suficientes”, aseguró Luis Niño de Rivera, presidente de la Asociación de Bancos de México.
Los proyectos guardados para el futuro deberán estar enfocados al sector energético, adelantó Antonio del Valle, presidente del Consejo Mexicano de Negocios:
“Esta primera entrega debe sentar las bases para que en los próximos meses se detonen muchos proyectos más en logística, comunicaciones, salud, turismo y agua, pero sobre todo en el sector energético, que es lo que más necesita México para contar con industrias eficientes y competitivas: fuentes de energía barata. Debemos ver la energía como fuente de desarrollo doméstico, no nada más como producto a exportar”.
El presidente López Obrador, inquieto por nombrar a todos los empresarios asistentes, abogó por la unidad:
“Es una manifestación de que ustedes tienen dimensión cívica y social, que los empresarios de México no sólo tienen como objetivo la obtención de utilidades, sino están preocupados por el desarrollo del país”.
Y negó desencuentros: “No tenemos ninguna diferencia, ningún problema con el sector empresarial; al contrario, hemos procurado mantener muy buenas relaciones”…
EMPRESARIAS, UNA MINORÍA. Ocho filas del área de asientos del salón Tesorería fueron apartadas para empresarios invitados. De acuerdo con datos de la Presidencia, asistieron en total 112 inversionistas, entre banqueros, ferrocarrileros, consultores, hoteleros, administradores de fondos, acereros, cementeros, constructores, hoteleros, restauranteros, concesionarios de autopistas, operadores portuarios e integrantes de los diversos organismos empresariales en el país.
“Son bienvenidos, empresarios, hombres y mujeres que nos acompañan”, dijo al principio de la ceremonia el presidente Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, dominaban, por mucho, los hombres… De la lista de invitados, sólo 14 eran mujeres, es decir, el 12 por ciento. Estaban María de las Nieves Lanzagorta García, de Afores; Carla González, de la industria del acero; Tanya Avellán, Viviana Challa, Verónica Gómez y Belén González Boix, representantes del Consejo Coordinador Empresarial; Almudena Ariza y Regina Gándara, del Consejo Mexicano de Negocios; Yannina Navarro y Tania Ortiz Mena de Concamin; Lourdes Aranda del sector transportes; María Fernanda Garza Merodio y Yesica González Pérez, de International Chamber of Commerce México, así como Ana María Camacho, del ámbito aeroportuario. Y no más…