Vicente sufrió un accidente el pasado 16 de noviembre, elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana que llegaron a la zona prefirieron sustraer su cartera y celular que auxiliarlo
El incidente ocurrió en la Calzada Zaragoza, cuando este auto chocó contra Vicente y su amigo; el conductor huyó del lugar.
Vicente, joven que murió cuando la moto en la que viajaba con un amigo fue impactada de frente por un auto, apareció en redes sociales fotografiado sobre el asfalto, con las piernas y brazos quebrados, aún vivo.
Quienes llegaron al lugar del accidente, en la Calzada Zaragoza, fueron policías capitalinos.
La llegada de los uniformados no le evitó a Vicente agonizar en soledad un día, sin su familia, porque su cartera y su celular le fueron sustraídos.
En algo que se ha hecho habitual y que en el medio policial se conoce bien, las fotos tomadas a Vicente aparecieron en tabloides y webs que compran este tipo de material a policías.
Los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, como primeros respondientes, debieron asegurar la zona y la evidencia. Lo que sucedió en esos primeros minutos después del accidente fue algo completamente diferente.
De acuerdo con una fuente anónima, las fotografías de accidentes de tránsito se venden desde 200 a 600 pesos dependiendo el hecho y su importancia.
El robo de las pertenencias originó que la ambulancia que lo recogió lo entregara al hospital como desconocido.
Sus familiares debieron hallarlo por sus propios medios, cuando fue hallado por sus padres en el hospital general de Iztapalapa, estos se dieron cuenta que no portaba ninguna identificación oficial o su teléfono.
La búsqueda tardó alrededor de 24 horas en la que amigos y familiares de Vicente estuvieron preguntando en varios hospitales y Ministerios Públicos e incluso en el Instituto de Ciencias Forenses de la Ciudad de México (Incifo), el paradero del joven.
“Hubo dos problemas el día del accidente, el primero fue que no lograron identificar a mi hijo (Vicente) porque no portaba alguna credencial ni su teléfono; creemos que los oficiales que llegaron a la zona además de tomarle fotos, les robaron mientras estaban en el suelo, y el segundo problema fue que las heridas de mi muchacho eran tan graves que fue un problema saber si era él”, explicó el padre, Vicente.
Incluso la familia de la víctima contó que se enteraron del accidente por las publicaciones en redes sociales, donde aparecían las fotografías de ambos chicos y de la motocicleta incinerada y el vehículo que causo el accidente.
FALLA DE PROTOCOLOS. De acuerdo con los protocolos de Actuación Policial de la Secretaría de Seguridad Ciudadana establece que los agentes capitalinos quedan impedidos para levantar imágenes, ya sean videos o fotografías e incluso audios, a personas detenidas por cometer alguna falta o a accidentados o cadáveres, por medio de sus propios dispositivos móviles.
La Gaceta Oficial de la Ciudad de México explica que “para efecto del procedimiento de detención, la Policía de la Ciudad de México deberá atender lo siguiente: abstenerse de tomar fotografías, videos o grabar audios con dispositivos de su propiedad”.
Situación que no ocurrió con Vicente ni su amigo; la venta de este material ocasiona morbo entre la población, sin que los afectados o allegados a estos puedan reclamar el uso de estas imágenes que suelen ser publicadas en tabloides o en las redes.
ÚLTIMA VISITA. Vicente, quien era un joven de 25 años y se crió en la capital del país, tomo la decisión de dejar a su familia cuando tenía 17 años para poder trabajar.
Dejo la ciudad y junto a su novia se fue a vivir a Hidalgo, donde trabajaba en la venta de material de construcción; con lo que ganaba pagaba la renta y gastos que salieran como despensa y servicios entre otros.
El joven, amante del futbol, y encariñado a su familia, decidió junto a su novia tener un bebé.
Vicente visitaba a su familia sólo los fines de año, cuando en su trabajo le daban vacaciones, fue hasta este año cuando puedo tomar unos días de descanso antes de las fiestas decembrinas para poder visitar a su madre y padre, quienes viven actualmente en el municipio de Nezahualcóyotl en el Estado de México.
Junto a su esposa e hijo llegaron a la capital el 14 de noviembre, fue entonces cuando Manuel, quedó invitado por sus amigos, a quienes no veía desde que el dejó la ciudad, a reunirse, como en su niñez.
Su amigo, que manejaba una moto, pasó por él antes de la medianoche para llegar al punto acordado por todos, sin embargo la tragedia llegó cuando un automóvil tipo sedán color negro se estrelló contra ellos ocasionando la muerte del conductor y las fracturas de Vicente, ocasionando que 5 días después él falleciera.
Hasta el día de hoy se desconoce si el conductor del vehículo ya fue identificado y los padres del joven han tenido que hacer la labor de peritos a petición de la PGJ.