El 4 de noviembre fueron asesinados tres mujeres y seis niños de una comunidad mormona en el norte de México
La fiscalía mexicana ha informado este domingo de la detención de “varios individuos”, presuntamente implicados en la matanza de los Langford-LeBarón, a principios de noviembre. Según fuentes del Gobierno federal “son al menos tres”, aunque el número total podría ser mayor. La fiscalía ha explicado que hoy se produjeron varias detenciones después de otra ocurrida en noviembre.
Entre el reguero de matanzas en que se ha convertido México estos meses, la de los Langford-LeBarón sobresalió desde el principio. Tres mujeres y seis niños fueron asesinados en un ataque perpetrado presuntamente por un grupo de civiles armados. La búsqueda de un motivo obligaba a mirar atrás, a las decenas de miles de asesinatos registrados solo este año en México. A las causas de la violencia y las respuestas que ha dado el Estado.
El ataque contra los Langford-LeBarón ocurrió el 4 de noviembre en Sonora, muy cerca del rancho La Mora, una de las principales comunidades mormonas del norte de México. Las mujeres y los niños habían salido del rancho por la mañana. Tomaron la carretera que conduce a Chihuahua. Iban en tres camionetas. Un grupo criminal interceptó presuntamente el convoy en dos puntos del camino. Quemaron una de las camionetas con una de las mujeres y cuatro niños dentro. Tirotearon las otras dos, matando a otras dos mujeres y dos niños más. Ocho menores sobrevivieron.
El caso saltó a los medios enseguida, gracias a las denuncias de varios integrantes de la comunidad. Desde hace años y casi que a la fuerza, los LeBarón se han convertido en parte importante de la sociedad civil crítica del norte. Justo hace ahora diez años, un grupo criminal asesinó a dos integrantes de la familia en colonia LeBarón, Chihuahua, otra de las comunidades mormonas importantes del norte.
Desde la tarde del 4 de noviembre, Julián LeBarón, portavoz informal de la familia, dio cuenta de lo ocurrido en noticieros de radio y televisión. Al principio solo sabían del caso de la mujer y los cuatro niños calcinados, hallados cerca de la entrada de la carretera que va a Chihuahua. Luego encontraron al resto, unos kilómetros más adelante.
Julián LeBarón criticó la lenta respuesta de los gobiernos estatal y federal y desechó la idea, alimentada desde Ciudad de México, de que se había tratado de una confusión. Demandó justicia, igual que el resto de familiares y amigos, que en los días posteriores llegaron en riadas al rancho La Mora, para los funerales de los asesinados.
La comunidad mormona Langford-Lebarón goza de doble nacionalidad. Desde hace décadas viven a un lado y a otro de la frontera. Trabajan en Estados Unidos y viven en México o viceversa. Desde el principio, el Gobierno de EE. UU. ofreció ayuda al de México en las investigaciones, aunque el presidente, Donald Trump, abrigó el ofrecimiento de amenazas, sugiriendo que el Ejército podría acabar los atacantes. De hecho, hace unos días, Trump aseguró que piensa incluir a los carteles en la lista gubernamental de organizaciones terroristas.
En medio de todo esto, las autoridades mexicanas acabaron por aceptar la colaboración del FBI en las investigaciones. La fiscalía ha informado de que un juez ordenó el arraigo del primer detenido, una especie de prisión preventiva prorrogable hasta por 80 días, a cumplir en instalaciones de la agencia estadounidense en Ciudad de México. El resto, detenidos hoy, serán trasladados igualmente a la capital. La fiscalía no ha informado de detalles de ninguna de las detenciones.