Momento crítico
El 2019 cierra muy mal para el gobierno de Cuauhtémoc Blanco; el 2020 puede ser peor.
El estado de Morelos se encuentra en un momento crítico, el más complicado de las últimas décadas y el peor en toda su historia, a decir de algunos. Los problemas que agobian a la entidad son diversos y con origen distinto, está la inseguridad y la violencia heredada, la crisis económica derivada de años de abuso financiero gubernamental y la polarización del ambiente social consecuencia de un régimen que no ha podido conectarse con su pueblo. Puede que el de Cuauhtémoc Blanco no sea el peor gobierno que ha tenido el estado, pero sin duda está muy lejos de ser el mejor.
De unos años a la fecha la constante en el estado es combatir los problemas con frases; una y otra vez las administraciones desestiman la crítica y minimizan los problemas utilizando expresiones ramplonas que carecen de veracidad y hasta de ingenio.
“Son unos cuantos” decía Jorge Carrillo Olea al referirse a quienes no estaban de acuerdo con su forma de gobernar; “Están enojados porque les gané” afirmaba el panista Sergio Estrada cuando alguien decía que estaba haciendo mal las cosas; “Lo registro” repetía Marco Adame cada que alguien le informaba de un problema; “Son mis enemigos políticos” ladraba Graco Ramírez ante la crítica y los cuestionamientos; “No me dejan gobernar” pregona Cuauhtémoc Blanco ante el cúmulo de conflictos.
No importa quien este al frente de la administración estatal, ni tampoco el partido que lo respalde, la respuesta siempre ha sido la misma de parte del gobernador; desde hace más de dos décadas ningún mandatario ha sido capaz de aceptar la crítica, ni de entender los problemas de la gente, todos se escudan en la negación y la descalificación, en la salida fácil pero inservible que, además, provoca animadversión colectiva.
Con el priísta Jorge Carrillo Olea en 1994 se agudizaron los problemas de inseguridad en Morelos con la multiplicación de secuestros; fue una época aciaga, el punto donde se comenzó a perder la paz y las instituciones empezaron a cambiar de mando. Con el general los grupos delictivos penetraron las instituciones de manera infame.
Las cosas se descompusieron más con Sergio Estrada Cajigal y Marco Adame Castillo, ambos emanados del PAN, distintos en personalidad, pero similares en cuanto a su manejo personal; con ellos Morelos comenzó a volverse un narcoestado, los gobernadores y su gente cercana (la familia, en el caso del hoy diputado federal) se relacionaron directamente con narcotraficantes, abrieron las puertas del gobierno a los cárteles de la droga y se beneficiaron económicamente de esos acuerdos; a los dos se les vinculó con el narcotráfico contra ambos se presentaron pruebas de sus acciones y omisiones, pero gozaron de la protección del gobierno federal. El PRI abrió la puerta del estado a la delincuencia, pero el PAN los consolidó como un poder en el gobierno.
Estas situaciones abrieron la puerta al PRD con Graco Ramírez; el candidato amarillo compitió en el 2012 contra un priísta señalado de narcotraficante, un panista borracho y un tercer candidato sin ningún talento, inteligencia, capacidad ni honestidad. Desde muchos lados se dijo que la del 2012 en Morelos fue una elección negociada desde México, por eso a un mal candidato le pusieron enfrente a sujetos peores.
La de Graco es una historia que se debe contar aparte y por etapas; el perredista siempre fue un aliado del viejo PRI, negociaba con ellos, cobraba con ellos y se beneficiaba de su doble moral. El tabasqueño nunca intentó mejorar al estado, simplemente llegó a enriquecerse; la del gobernador Graco Ramírez fue una familia depredadora que no solo retomó los acuerdos delictivos de gobiernos anteriores, los multiplicó, entregó posiciones a la delincuencia organizada y utilizó los problemas de la gente para justificar la contratación de créditos millonarios que comprometieron las finanzas estatales por las siguientes tres décadas.
Todo lo que hizo Graco fue con el beneplácito del gobierno federal del PRI, porque el gobernador de Morelos era un aliado que operaba para el presidente Peña Nieto desde la izquierda; cada acción que realizaba el tabasqueño (como el Pacto por México) tenía un costo económico y una póliza de impunidad que le permitía enriquecerse a costa del gobierno sin pensar en las consecuencias. Por casi cinco años el perredista tuvo el apoyo total del gobierno de la república y la secretaría de Gobernación, hasta que su hijastro rompió ese trato.
Lo que enfrentamos hoy los morelenses es en buena medida consecuencia de lo que se hizo en los seis años pasados, de la apertura total del gobierno a los cárteles del narcotráfico, de que desde el PRD y sus partidos aliados (incluyendo al PRI) postularon a narcotraficantes y porque en un sexenio Graco Ramírez, su familia y sus alcaldes hundieron económicamente al estado y sus municipios.
Así llegó la era de Cuauhtémoc Blanco, un deportista contratado para jugar en un campo que no conocía ni le interesaba y a quien las circunstancias lo arrastraron hasta la gubernatura. El deportista no es el causante de todos los desastres que hoy se viven en Morelos, pero hoy es el responsable directo de atenderlos; su falta de interés, su desconocimiento y sus ausencias agudizan los problemas.
Es claro que Blanco Bravo no quería ni quiere ser gobernador, por eso hace unas semanas entregó al presidente López Obrador su renuncia (lo cual, otra vez, evidencia su desconocimiento legal y político); la petición no fue aceptada y desde México se le ofreció apoyo para salir adelante, aunque también quedó claro que esa ayuda es solo para evitar que la crisis política morelense afecte a otros estados en situaciones similares, como el Veracruz de Cuitlahuac García o la Ciudad de México con Claudia Sheinbaum. Morelos no es políticamente importante para la 4T, pero la intempestiva salida del futbolista podría poner en la mira a otras entidades que si interesan al presidente.
No es claro si la ayuda federal ofrecida ha llegado, pero es evidente que el gobernador Cuauhtémoc Blanco no se deja ayudar; el mandatario se rehusa a ver la realidad de las cosas, se esconde en frases insulsas como “otros estados estan peor” sin detenerse a pensar que cada problema social, político, económico y de seguridad que surge en la entidad que gobierna se convierte en un elemento en su contra.
Cuauhtémoc Blanco fue un gran futbolista, pero no tiene ningún talento como político, ni ha tenido la capacidad de escuchar; los problemas crecen aceleradamente a su alrededor y la situación en el estado, más allá de lo que le dice su primer círculo de amigos, familiares y colaboradores, es tan grave que ya desde México han comenzado a investigar a varios personajes de su administración y hasta a su propio hermano.
Por más de 20 años Morelos ha sufrido la indolencia e incapacidad gubernamental justificada en en frases que niegan la realidad; la gente ha aguantado, se ha acostumbrado a vivir entre muertos y sin dinero, pero pronto las cosas pueden cambiar porquehoy tenemos a un Presidente alque no le tiembla la mano para actuar cuando le conviene, ni le quita el sueño sacrificar a un político que le estorba.
Hay quienes aseguran que las cosas no pueden estar peor en Morelos, pero cada seis años vemos que sí es posible.En la tierra de Zapata veremos casos como el de Javier Duarte, Rosario Robles o Lozoya; las investigaciones ya comenzaron.
Al tiempo.
posdata
Se llevó a cabo la primera marcha contra la inseguridad en Cuernavaca y el grito fue diferente; atrás quedó el ¡Fuera Graco! Que durante seis años retumbó en las calles de todo el estado, ahora fue ¡Cuauhtémoc fuera!
No acudió el Obispo Ramón Castro, aunque la iglesia católica sí convocó; tampoco estuvo la Coordinadora Morelense y sus cuatro integrantes, porque ahora son funcionarios de este gobierno.
La marcha no fue tan nutrida como se esperaba, pero dejó abierta la puerta para futuras movilizaciones; los reclamos fueron contra la inseguridad y la violencia, contra la actitud gubernamental y directamente en contra del jefe del ejecutivo.
Por la calle caminaron ciudadanos sin partido que genuinamente exigen que la paz retorne a nuestro estado, pero también hubo actores políticos de muy mala reputación, como Jorge Meade, Guillermo del Valle y Rafael Cepeda, cuyo único objetivo fue buscar reflectores personales de cara a un año preelectoral.
La de ayer fue la primera marcha contra la inseguridad en Morelos, pero seguramente no será la última; a pesar de que para algunos funcionarios “no estamos tan mal como otros estados”, la violencia ha rebasado a las autoridades y tiene exacerbada a la gente.
Lo que vemos hoy es el mismo guión de sexenios anteriores, solo que mucho más rápido. O el gobernador Cuauhtémoc Blanco reacciona pronto, o en breve estará contra las cuerdas como Jorge Carrillo Olea.
nota
Si el gobernador quiere que las cosas sean mejor para el estado, para su gobierno y para él en el 2021, el primer paso es hacer cambios en su gabinete. Debe apostar por la lealtad, pero tambien por la capacidad, debe aprender a escuchar a todas las voces, aunque no todas le digan cosas agradables al oido. Lo importante son los resultados.
post it
Se reacomodaron las cosas en Congreso Morelos; Tania y las hermanas veneno se quedaron sin nada. Comienza una nueva época bajo la conducción de Alejandra Flores. Veremos de qué está hecho Morena.
redes sociales
¿No entiendes cómo funciona la economía?
Aquí un ejemplo práctico:
En agosto, en una pequeña ciudad caía una lluvia torrencial y desde hace varios días el pueblo lucía desierto.
Hace tiempo que la crisis viene azotando a esta pequeña población, todos tienen deudas y viven a base de créditos.
Por fortuna,un día llegó un millonario forrado de dinero, entró en el único pequeño hotel del lugar, pidió una habitación, puso un billete de 100 Euros sobre la mesa de la recepción y se fue a ver las habitaciones.
El jefe del hotel agarró el billete y salió corriendo a pagar sus deudas con el carnicero.
Luego de recibir el pago, el carnicero tomó el billete y salió corriendo a pagar su deuda con el criador de cerdos.
Al momento de obtener su pago, éste salió corriendo para pagar lo que le debía al Molino, proveedor de alimentos para animales.
El dueño del molino recibió gustoso el pago, tomó el billete al vuelo y corrió a liquidar su deuda con María, la prostituta, a la cual hace tiempo no le pagaba y quien en tiempos de crisis hasta ella ofrece sus servicios a crédito.
La prostituta con el billete en mano fue de inmediato al pequeño Hotel, donde había traído a sus clientes las últimas veces y al que todavía no le había pagado; llegó y le entregó el dinero al dueño del hotel.
En ese momento bajó el millonario que acaba de echarle un vistazo a las habitaciones y dijo que no le convenció ninguna; tomó su billete y se fue del pueblo.
¿Entendiste?
"Nadie ha ganado un centavo, pero ahora toda la ciudad vive sin deudas y mira el futuro con confianza"
MORALEJA:
SI EL DINERO CIRCULA EN LA ECONOMÍA LOCAL SE ACABA LA CRISIS.
Consumamos más en los pequeños comercios y mercados locales.
- Dejate de banalidades.
- Consume lo que tus amigos y tu país producen.
- Si tu amigo tiene una microempresa ¡cómprale!
- Si tu amigo vende ropa ¡cómprale !
- Si tu amigo vende zapatos ¡cómprale!
- Si tu amiga vende Repostería ¡cómprale!
- Si tu amiga hace uñas !lleva a tu mamá!
- Si tu amigo es contador ¡ve a que te asesore!
- Si mi amigo fuera dueño de un restaurante... ¿Qué creés?
¡Yo comería ahí!
- Si un amigo mío tuviera una pastelería ¡a esa iría!
- Si un amigo mío tuviera una tienda ¡en esa compraría!
La próxima vez que entres a una gran pastelería, acuérdate de tu amigo, hermana, prima, tío que vende empanadas, hojaldres, pasteles y que además son deliciosos.
Al final del día la mayor parte del dinero es recaudado por las grandes corporaciones y ¿qué crees? ¡Se va del país! Pero cuando compras a un emprendedor, a un pequeña mediana empresa o a tus amigos, los ayudas a ellos, todos ganamos y aportas a nuestra economía.
Apoyemos el emprendimiento.
Apoyemos el consumo local .
Apoyemos la producción nacional.
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