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SERPIENTES Y ESCALERAS

Lo que viene en el 2020

Seguridad, finanzas, política y comunicación, las bases de cualquier gobierno.

Desde cualquier ángulo que se observe, el cierre de año para la administración de Cuauhtémoc Blanco en Morelos es sumamente complejo; atrás quedaron las promesas de campaña y las esperanzas de un cambio, lejos se ve aquel momento en que el ídolo del balompié prometía cárcel a los corruptos y mejoras para todos. Hoy el escenario es adverso, con una inseguridad desbordada, conflictos políticos, crisis económica y una mala estrategia de comunicación. Y el 2020 puede ser peor.

Era imposible pensar que en un año el nuevo gobierno iba a revertir un deterioro que viene de hace al menos dos décadas en Morelos o que en unos cuantos meses solventaría temas cuya solución no está en manos de un gobernador, por poderoso o popular que sea. Es iluso suponer que en tan poco tiempo se modificaría la percepción sobre un estado agobiado por malos gobernantes y sumido en una vorágine de malas noticias que sin duda alguna han afectado el ánimo de todos los sectores de la población. Eso muchos los sabemos y el gobernador y su equipo debieron anticiparlo.

El 2019 está por finalizar en un ambiente de crispación pública y polarización política que nada bueno augura para el 2020; casi todos los funcionarios que integran la administración estatal entienden lo difícil que será el siguiente año que, además, es preelectoral; a la mayoría de ellos les queda claro que ni las dificultades económicas ni la violencia se resolverán en el corto plazo, pero solo algunos entienden que los únicos elementos que tiene realmente a la mano el gobierno para intentar revertir este panorama son la política y la comunicación.

Y es que aunque en la oficina de Hacienda el gobernador tenga a un experto en la materia, reconocido recientemente por sus homólogos nacionales al nombrarlo presidente de la Junta de Coordinación Fiscal para el período 2019-2020, la crisis económica que vive Morelos no se resolverá solo con una buena administración de los recursos; se requiere apoyo federal y dinero fresco, lo cual no llegará si no existen proyectos concretos y cabildeo para que la ayuda llegue al estado. Aún así, para que la economía morelense se reactive es necesaria la mano del Gobierno de México y nuevas e importantes inversiones privadas.

Más compleja aún es la situación en seguridad: la crisis delictiva en Morelos es enorme y la problemática no mejorará ni con excusas ni con frases ocurrentes; lo que estamos viviendo los morelenses es una oleada de violencia sin precedentes que deriva de la presencia (como lo han confirmado las propias autoridades) de al menos 5 cárteles que disputan a sangre y fuego el control de la plaza. Frente a esta situación resalta la evidente limitación operativa de la policía, la carencia de personal y recursos, una estrategia que no ha dado resultados y los inocultables vínculos entre grupos delictivos y figuras políticas estatales.

Frente a situaciones que rebasan los alcances de cualquier administración local, el gobernador Cuauhtémoc Blanco debe echar mano de dos áreas que si puede manejar: la política y la comunicación.

Desde que se incorporó a la administración pública el otrora futbolista profesional se definió como enemigo de los políticos corruptos y fue reacio a ser catalogado como un político. Hizo bien: su trayectoria como deportista contrastaba con la imagen tradicional del político corrupto que la gente despreciaba y a quienes el electorado está dando la espalda; lo que no puede hacer el deportista es dejar de hacer política, es decir, tiene que ser un representante popular que escucha, entiende y atiende a todos sus gobernados; una cosa es ser político (o político corrupto) y otra es hacer política. No se puede gobernar sin hacer política.

A lo largo de un año esta administración ha hecho muy poca política, le retiró muchas facultades a la Secretaría de Gobierno y dejó esa encomienda a la Oficina de la Gubernatura, que en lugar de abrir canales de comunicación y diálogo con todos los sectores de la población, centralizó las decisiones y limitó el diálogo solo con unos cuantos. Dentro del mismo gabinete los propios secretarios quedaron restringidos en su actuación y absolutamente circunscritos a realizar su labor institucional. Nadie podía hacer política, más que José Manuel Sanz. Y ya vimos lo que sucedió.

En comunicación la historia también se ha contado mal, porque únicamente se ha dicho una parte de la realidad; la narrativa de este sexenio ha caminado básicamente en el terreno de la inseguridad y la violencia, tratando de matizar los muertos, intentando vender que Morelos no está tan mal como otras entidades, justificando la falta de resultados con acciones del pasado y atacando burdamente en redes sociales a los enemigos. No hay manera de que un plan así consiga buenos resultados, lo que una administración pública requiere es una agenda informativa que incluya todos los temas, que haga análisis y advierta posibles escenarios de crisis, que acompañe y promueva a todos los secretarios, que defina una línea institucional en la que se difundan todos los asuntos relacionados con la administración y equilibre la percepción generando información positiva que contraste con las malas notas. Un plan de medios que solo trolea a los enemigos ni siquiera puede considerarse estrategia.

El punto es uno: Cuauhtémoc Blanco arrancará el 2020 con más presión de la que ha tenido este año, arrastrará temas añejos y problemas que nacieron durante su administración; iniciará un año preelectoral con un panorama delictivo fuera de control, sin dinero, con una evidente efervescencia política y sin una estrategia de medios que le advierta lo que puede venir los próximos doce meses y le diga la forma como se deben enfrentar los escenarios posibles.

Al mandatario (y al estado) le urge poner en marcha un plan de trabajo que camine por estos cuatro puntos: seguridad, finanzas, política y comunicación, necesita que estas cuatro áreas sean punta de lanza en su régimen, que el comisionado de seguridad logre buenos resultados a la brevedad, que el secretario de hacienda estabilice las finanzas estatales, que el jefe de la política interna recupere sus facultades y se convierta en el orquestador de la reconciliación política estatal y que quien está al frente de la comunicación haga mucho más de lo que ha hecho hasta ahora.

Si no hay buenos resultados pronto en estas cuatro áreas de la administración de Cuauhtémoc Blanco, es imposible que el estado salga adelante y que la situación mejore para el gobierno. Este año ha transcurrido entre problemas de violencia y conflictos dentro del gabinete, sin diálogo político, sin solvencia económica y con muchísima presión social; el 2020 puede ser peor si el mandatario no hace los ajustes necesarios y su gobierno comienza a mostrar algo diferente a lo que se ha visto hasta ahora.

El reto del gobernador de Morelos es grande, veremos si logra superarlo.

• posdata

Después de su desafortunada afirmación de que el presidente Andrés Manuel López Obrador está construyendo una estructura electoral equiparable solo al Solidaridad de Carlos Salinas de Gortari, para utilizar los programas sociales del gobierno federal para ganar las próximas elecciones (lo cual representa un delito), reapareció el delegado federal Hugo Erick Flores.

Lo primero que los reporteros cuestionaron al ex dirigente nacional del PES fue eso, que el ejecutivo federal estaría utilizando a los pobres y al dinero del gobierno para ganar las elecciones intermedias, a lo cual simplemente dijo “no voy a hablar de política”; haciendo gala de su reconocida habilidad verbal el funcionario agregó que “No fueron declaraciones… y lo que comenté está sacado de contexto y es un asunto totalmente político… ya contesté lo que tenía que contestar”

Ya encarrerado Hugo Erick Flores intentó desviar la atención con otro tema complicado: la inseguridad. Ahí de nueva cuenta escuchamos las brillantes expresiones del autor de la frase “Morelos es violento, pero no inseguro”, esta vez diciendo que en materia de seguridad “La gente nunca va estar contenta”

Para el funcionario federal que ocasionalmente visita Morelos existen bastantes logros en el terreno de la seguridad, detenciones muy importantes, dice, pero nunca vamos a estar contentos. “Sabemos que faltan muchas cosas, son asuntos muy complicados y complejos de inseguridad y violencia que no se resuelven de un plumazo, quisiéramos que se pudiera avanzar más rápido, se han desmantelado bandas criminales que desde hace años operaban en Morelos y hemos dado una guerra sin cuartel a los grupos criminales”

Es claro que a Hugo Erick Flores le llamaron la atención en México por sus desafortunadas expresiones, por afirmar que el presidente López Obrador utilizaba los programas sociales para construir una plataforma electoral y con ello advertir que el Gobierno de México estaba incurriendo en el mismo delito que cometieron gobiernos conservadores.

Hoy el mentor político del estado desmintió su eventual salida del cargo, refrendó su “excelente relación” con el presidente Andrés Manuel López Obrador y anunció que de ahora en adelante sólo dará declaraciones que tengan que ver con su responsabilidad como delegado de Morelos del Gobierno de la República. Sobre el problema delictivo añadió que la sociedad debe asumir su responsabilidad y reconstruir el tejido social.

¡Chulada de delegado federal tenemos en Morelos!

Es el mejor para que la oposición se recupere en las próximas elecciones.

• nota

Al gobernador Cuauhtémoc Blanco le caló el discurso que en los medios de comunicación más importantes del país ha expresado el alcalde Antonio Villalobos, señalando que el mandatario estatal está ausente, que no lo recibe y que hay un total desorden en materia de seguridad en el estado; muchos micrófonos nacionales le han abierto la puerta al edil capitalino, abonando con ello a la visible campaña que hay en contra del ex futbolista profesional, quien por cierto, está ausente de esa prensa.

Así lo dijo Cuauhtémoc Blanco:

“Si el señor se quiere hacer la víctima es muy su problema, si el señor realmente se quiere volver a poner a trabajar hay que dejar de poner pretextos, ponernos en contacto y en coordinación con la Guardia Nacional y la Zona Militar y dejar de echarle la culpa al gobierno del estado. Ya estuvo bien que el señor se quiera hacer la víctima y este dando entrevistas en México, que ya deje de pararse el cuello en México diciendo que nadamás él está haciendo las cosas bien; namás le pido al señor presidente municipal: el día que quiera nos sentamos y si quiere la policía en verdad que se quede con la policía ¡hasta eso, fíjate! A ver si relamente se pone a trabajar, si quiere la policía se la damos, pero que no ponga pretextos de que es lo mismo que Graco Ramírez y que esto y que lo otro, ya estuvo bien de que se quiera hacer la víctima. No se si es una diva el señor, así se lo digo, pero ya estuvo bien; si se quiere sentar, con gusto nos sentamos, pero que se ponga a trabajar”

Y luego vino el revire del alcalde Antonio Villalobos:

“Siempre se ha asistido a las mesas de seguridad, él (el gobernador) no ha asistido a ninguna, yo he estado en dos y mandamos representación. Cuernavaca siempre ha tenido presencia con el secretario del ayuntamiento. En dos ocasiones que se me convocó, hice mis intervenciones con mucho respeto para los ahí presentes, di mis opiniones, manifesté lo que Cuernavaca requiere y nada de ello sucedió y no es que se pierda el tiempo pero no se llegó a nada”.

Luego a través de un comunicado el ayuntamiento capitalino dijo que el alcalde está listo para sentarse con el gobernador y el municipio está listo para hacerse cargo de la seguridad pública como lo establece el artículo 115 de la constitución.

En esta historia de dimes y diretes no hay ganador, pero si muchos perdedores; mientras nuestros representantes populares no pueden encontrar un punto de acuerdo y siguen disputando el poder y peleando por posiciones personales, la delincuencia avanza y cada día cobra vidas, como la del ex jefe de la policía capitalina.

Hoy Cuauhtémoc Blanco y Antonio Villalobos podrían verse la cara en la mesa de seguridad; ojalá de este encuentro (si ambos acuerden) salga algo bueno para la ciudad y para el estado. Es lo que nos conviene a todos.

• post it

Partidazo el del próximo sábado en el Coruco Díaz con Ronaldinho como estrella de la tarde. Pregunta inocente ¿Llenará el estadio?

• redes sociales

Trolear no es comunicar. Cualquiera trolea. Graco lo hizo y se hundió.

Comentarios para una columna optimista:

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