Ahora sí, cambios en el gabinete
Con el apretón de manos que ayer en Palacio Nacional se dieron los representantes de Andrés Manuel López Obrador, Donald Trump y Justin Tradeau, se cierra un primer ciclo de gobierno en la 4T.
El presidente se va a su finca de Palenque a pasar el próximo fin de semana y nos adelantan que empezará el análisis de los movimientos que hará en enero en su gabinete legal y ampliado.
Es muy probable que sacuda a su primer círculo y acomode piezas para los nuevos retos que en materia económica se asoman en el 2020. Ayer, aquí, le referimos que hay varias batallas pendientes.
Javier Jiménez Espriú se va y llegaría a Comunicaciones y Transportes no Octavio Romero, sino Lázaro Cárdenas Batel, el actual coordinador de Asesores de la Presidencia.
Tocaría al hijo de Cuauhtémoc Cárdenas liderar la implementación de proyectos insignias de AMLO, como el nuevo aeropuerto de Santa Lucía y los trenes Maya y Transístmico.
Víctor Villalobos también se va. Para la Secretaría de Agricultura suena David Monreal, coordinador general de Ganadería y hermano de Ricardo Monreal, con quien AMLO está contento.
Jorge Alcocer igualmente se va. Para la Secretaría de Salud quien ya se perfila es el subsecretario de Prevención y Promoción, Hugo López-Gatell, quien opera la desastrosa compra consolidada.
Olga Sánchez Cordero es otra que sale y su lugar se lo disputan tres: Julio Scherer, consejero Jurídico de la Presidencia; Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración; y Tatiana Clouthier, diputada federal por Morena.
Jesús Seade, el subsecretario para América del Norte de la Cancillería y negociador del T-MEC, quiere irse a China como embajador, pero la interrogante es si sea el momento adecuado.
Ilustraciones de Nelly Vega
Más que nunca se le necesita para cuidar la implementación del T-MEC. Es el funcionario de la 4T que más ha crecido, de ahí que pudiera relevar a Graciela Márquez en la Secretaría de Economía.
En Pemex se queda Romero, con lo cual López Obrador refrenda a su amigo la encomienda de operar política y financieramente la principal empresa productiva del Estado.
Se anticipa que en el rubro energético los “rudos” se mantienen compactos, incluido Manuel Barttlett en la dirección de la CFE ,y con Rocío Nahle como cabeza del sector.
LO DICHO: La compra consolidada de medicamentos para el 2020 oooootra vez se está complicando. A la Oficial Mayor de Hacienda, Raquel Buenrostro, y al subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, el tema simplemente no se les da. Todavía no pueden cerrar la fase de aclaración de preguntas. Este viernes, en teoría, los laboratorios tendrían que entregar sus ofertas técnicas y económicas. La megalicitación va a terminar en una “chiquilicitación” porque los funcionarios de marras ni siquiera pudieron armar 7 mesas por tipos de medicamentos, por lo que el presupuesto total para la adquisición de medicinas, preponderantemente de genéricos, se ajustó a 19 mil milllones de pesos. La única mesa que Buenrostro y López-Gatell alcanzaron a concluir fue la de Hematología. Quedaron pendientes las de Oncología, Antibióticos, Metabólicos, Vacunas, Cardiología y Planeación Familiar. Las claves y su procedimiento de adquisición se desconocen y ya se irán al 2020.
A PESAR DE que el gobierno de la 4T juró y perjuró que no habría inspectores laborales de Estados Unidos en México, aparecieron en el texto final que se anexó al T-MEC los “Labour Attaches”. Estos funcionarios de la administración de Donald Trump dan a nuestro vecino las facultades de inspección que se podrían utilizar en un futuro como medida proteccionista. Van a operar a través de paneles y su principal función es garantizar que México cumpla al pie de la letra los compromisos que adoptó en materia laboral y medioambiental. Si consideran que su socio incumple cuentan con los incentivos para tirar el acuerdo comercial cuyo protocolo modificatorio se firmó ayer en Palacio Nacional teniendo como testigo de honor al presidente Andrés Manuel López Obrador.
LAS BATALLAS PARA nivelar la cancha entre “rudos” y “técnicos” de la 4T de la que hablábamos en la víspera, están en marcha. Ayer sorpresivamente el promotor de la iniciativa que busca militarizar la administración de los puertos del país, Mario Delgado, la retiró. Lo hizo justo cuando estaba por dictaminarse y la aplanadora de Morena en la Cámara de Diputados se prestaba a aprobarla. Siguió la misma ruta del dictámen que pretende dar más atribuciones a la Unidad de Inteligencia Financiera y que la también diputada morenista Lidia García frenó con el apoyo del PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano. El ala moderada que lidera Alfonso Romo ahí la lleva.
PEMEX ALISTA LA colocación de Certificados Bursátiles hasta por 100 mil millones de pesos, recursos que utilizará para el pago de financiamientos o pasivos que tiene contratados. El 17 de diciembre es el cierre del libro y el 20 el cruce y liquidación. Los agentes financieros son Citibanamex de Manuel Romo, HSBC de Nuno Matos, Santander de Héctor Grisi, Banorte de Carlos Hank González, Scotiabank de Adrián Otero, BBVA de Eduardo Osuna, BofA de Emilio Romano, Actinver de Héctor Madero y CI Banco de Salvador Arroyo.
TRAS LA FIRMA de cierre del T-MEC el presidente Andrés Manuel López Obrador ofreció una comida a las delegaciones de Estados Unidos y Canadá en Palacio Nacional. El dato anecdótico que habla bien de Marcelo Ebrard fue que el canciller, a quien tocaba cerrar el encuentro con unas palabras, cedió el mensaje a Alfonso Romo, de quien se refirió como uno de los promotores determinantes del nuevo pacto comercial. Y es que pocos saben que el Jefe de la Oficina de la Presidencia es muy cercano a Jared Kushner, yerno de Donald Trump quien trajo su representación.
EN EL SECTOR privado ya empiezan a ver con enfado a Gustavo de Hoyos, a quien señalan de haber manejado a su conveniencia la estructura de la Coparmex para prolongarse un año más en la presidencia. Lo acusan de ser protagonista y conducirse con una agenda particular, pues su obsesión es ser candidato en las próximas elecciones presidenciales del 2024. En esto del T-MEC fue la única voz del sector privado que no reconoció el esfuerzo de cerrarlo.