Evo por la puerta de atrás
Ni se preocupen,
el tiempo pasa arrastrándose.
Florestán
Tras pasar un mes en México con trato de jefe de Estado, el depuesto presidente de Bolivia, Evo Morales, se fue por la puerta de atrás, sin un adiós, sin un gracias.
El pasado 10 de noviembre, tras el ultimátum militar por su frustrado intento para reelegirse por tercera vez, Morales renunció a la Presidencia de su país y dos días después se subió en Cochabamba a un Grumman 5.5 de la FAM para iniciar un azaroso viaje a México. El 13 de noviembre llegó a lo que fue el Hangar Presidencial, donde lo recibió oficialmente el canciller Marcelo Ebrard, con abrazo y rango.
Desde allí fue protegido por un equipo de 20 oficiales que fueron del Estado Mayor Presidencial, ya integrados a la Sedena, con un convoy de cuatro vehículos, camionetas negras, la suya blindada, y descubierta de motociclistas, un convoy y escolta que no los tiene ni el presidente Andrés Manuel López Obrador. Se le asignó la casa de protocolo y megaseguridad del gobierno, en el Campo Militar Número Uno y se le dio trato de lo que ya no era: Claudia Sheinbaum le entregó las llaves de la ciudad y lo nombró huésped distinguido, tuvo recepciones en el Senado y en la Cámara de Diputados con las bancadas de Morena y así se la llevó un mes hasta que el viernes pasado el vocero de la cancillería, confirmó lo que ya se sabía: que se había ido a La Habana para un viaje temporal. Luego se diría que había ido a una consulta médica, pero que volvería, que por eso no se había despedido.
Pero nunca volvió ni se despidió.
De La Habana, viaje que escondió, voló a Buenos Aires, también en secreto, donde pidió y obtuvo protección del nuevo gobierno peronista, con la condición de no hacer allá a lo que se dedicó aquí, al activismo político, y, repito, sin un gracias y sin un adiós.
Esa es su forma. Pero en el fondo, está el impacto que tuvo en Washington el asilo a Morales y su repentina salida de México, cuando ya soy mayor para creer en las coincidencias o en los cuentos.
RETALES
1. JUECES. La Corte del Distrito Este de Nueva York anunció que ya no será el juez Raymond J. Dearie quien llevará el proceso a Genaro García Luna, sino que se le reasignó al juez Brian M. Cogan, el mismo que llevó al juicio de Joaquín Guzmán Loera. El argumento es que el caso García Luna tiene relación con aquél;
2. OBVIO. El interés tiene pies, y Morena no logró en la Cámara de Diputados la mayoría calificada para modificar el artículo 41 de la Constitución y recortar a la mitad el presupuesto a los partidos. Fueron 207 votos en contra de PAN, PRI, PRD, PT, Verde y MC, y 274 de Morena y el PES a favor; y
3. PALABRA. Yeidckol Polevnsky entregó al INE la carta en la que compromete a Morena a devolver a la Tesorería de la Federación mil 200 millones de pesos, tres cuartas partes de su presupuesto, pero aclara que son para el sector salud, lo que no puede etiquetar.
Nos vemos el martes, pero en privado
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