El T-MEC, de la duda a la confusión
Los hay que hacen de su vida un borrador.
Florestán
El miércoles pasado, al responder una pregunta sobre si Estados Unidos iba a tener en México inspectores para revisar el tema laboral, Jesús Seade lo negó:
No, no va a haber enviados. Lo que se acuerda es tener un panel y cuando hay una disputa tiene derecho de hacerse de las evidencias que necesite, puede incluir papeles de cómo estuvo la elección sindical o llamar a estar con ellos al director de la empresa o bien pueden decidir visitar la empresa. Pero no va a haber enviados.
Dos días después, el viernes 13, con Nancy Pelosi, al entregar el proyecto de la Cámara de Representantes, se conoció en el adéndum lo mencionado sobre los attachés laborales desde el martes 10, el día de la firma, en Palacio Nacional, del Protocolo Modificatorio al T-MEC, agregados que se negaron una y otra vez.
Ese mismo martes, Moisés Kalach, el operador del CCE y cabeza del cuarto de al lado, me dijo: los estadunidenses han recuperado asuntos que ya estaban resueltos o eliminados, como el envío de sus inspectores a México para revisar los cambios laborales acordados.
Cuando el sábado Seade anunció que había enviado una carta a Robert Lighthizer en la que rechazaba el nombramiento de los agregados laborales en México y que estaba viajando a Washington para reunirse con él, surgió la preocupación. La noche anterior, jueves, el mismo subsecretario ya los había rechazado por considerarlos un agravio.
Ayer lunes, el presidente López Obrador, repudió la inclusión de esos inspectores laborales que, dijo, salieron de manera clandestina.
Al mediodía, tras una reunión de dos horas, Seade dio a conocer una carta de Lighthizer, en la que aseguraba que serán attachés laborales y no inspectores los que vengan, por la que el vocero de la cancillería, Roberto Velasco, dijo que dicha carta da claridad sobre los alcances que tendrán los cinco attachés laborales, aunque, digo yo, no sea vinculatoria, y agregó que ya no hay ningún conflicto ni ninguna confusión con el T-MEC, como ya los hubo.
RETALES
1. ARREBATO. El miércoles escribí aquí que al gobierno de México le había dado un ataque de prisa, y que tras la firma del adéndum, el martes en Palacio, se aprobaría fast track en el Senado. Sé que necesitaban mandar una señal, pero nunca entendí la urgencia;
2. INVESTIDURA. El próximo lunes 6, Margarita Ríos Farjat protestará el cargo como ministra ante el pleno de la Corte, y será togada. Para entonces deberá estar terminado el cambio de ubicación de su oficina, la de Eduardo Medina Mora, pero con vista a la calle, cambiando al personal a la del ministro renunciado, que era interior; y
3. BONILLA. No lleva un mes y el gobierno de Jaime Bonilla, en Baja California, ya investiga una red de corrupción y sobornos que abarca al secretario de Gobierno, Amador Rodríguez Lozano, y de Economía Sustentable y Turismo, Mario Escobedo. Pero siguen en sus cargos.
Nos vemos mañana, pero en privado
@lopezdoriga
lopezdoriga.com