Duda razonable
Pienso que el hecho más sorprendente del primer año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador no tiene que ver con él, sino con sus adversarios, con la oposición.
Lo hecho por el gobierno puede calificarse de muchas maneras, pero no de sorprendente. Todo estaba anunciado: en libros, en la campaña, algunas cosas desde hace una década en los discursos del Presidente. Sorpresas, no hay.
Sorprendente es el nivel de deterioro que ya había en los partidos de oposición cuando fueron noqueados hace 17 meses en las urnas. Deterioro que no les ha permitido, no pueden, reconstruirse y al contrario parecen cada vez más hundidos.
Arranquemos por el PRI. ¿Dónde está? ¿Dónde quedó? El asunto, por supuesto, no tiene fecha de julio del 18. Desde 2012, el grupo alrededor de Enrique Peña se apropió del partido, apartó a muchos de larga trayectoria y experiencia, jugó en las gubernaturas con sus cuates hoy prófugos o en prisión. Se quedaron con todo al grado que tuvieron un candidato que no era priista, cosa nunca vista.
Aplastados en la elección todos se fueron. Adiós. Su compromiso no era partidista, sino de poder. Y en eso están, los gobernadores acomodándose con el nuevo gobierno, los legisladores calladitos se ven más bonitos, el partido…vaya usted a saber. Dicen que cambiaron liderazgo —es un decir— pero no hay cómo encontrarlo.
Después está el PAN. La idea de Felipe Calderón y el calderonismo de reapropiarse del partido al final del sexenio anterior, lo dividió. Ricardo Anaya construyó un proyecto para llegar a la Presidencia que, en los hechos, ignoró al panismo tradicional, se alió con quienes mucho tiempo fueron adversarios del blanquiazul y su derrota, lo dejó en la nada. Tal vez desde algunas gubernaturas se pueda armar un nuevo proyecto, pero hoy, salvo un par de escándalos en el Congreso, parecen no existir.
La columna es corta para hablar del PRD y Movimiento Ciudadano tiene todo apostado al gobernador de Jalisco, quien arrancó enjundioso y un par manotazos desde el centro lo han vuelto más discreto.
Es curioso, gracias al mismo López Obrador, la oposición más visible era la de Calderón, y luego arrestaron a Genaro García Luna.
Morena tiene sus muchos líos internos, pero por lo pronto, mientras no haya alguien enfrente, navega aguas tranquilas.
@puigcarlos