PARA AQUÉLLOS que se preguntan por qué Andrés Manuel López Obrador encubre con tal intensidad a Manuel Bartlett, la respuesta está en el plan del gobierno federal para crear un nuevo monopolio eléctrico.
BAJO la idea de que el estatismo es patriotismo, Bartlett es el operador para que la Comisión Federal de Electricidad reduzca al mínimo la participación privada en este sector, ya sea poniéndoles obstáculos, modificándoles las reglas o aumentándoles los precios.
Es decir, una contrarreforma energética sin pasar por el Congreso, para que nadie le reclame al Presidente por no haber cumplido su palabra.
EN ESTE proceso juegan un papel fundamental órganos como la Comisión Reguladora de Energía, que ha perdido su autonomía para convertirse en un ente sumiso a las órdenes del gobierno.
Las exigencias de la CFE a la CRE para favorecerle ya prendieron alarmas tanto en empresarios como en analistas del sector, sobre todo porque no se ve cómo ni quién podrá impedir que el regulador se convierta en un simple switch de paso.
ASÍ QUE adiós a la competencia, adiós a la variedad en la oferta, adiós a la inversión privada en infraestructura.
Hola, monopolio; hola, ineficiencia; hola, energía cara; hola, abasto sin certeza… ¡hola, Bartlett!
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HOY se cumplen 388 días de que el avión presidencial TP-01 está embodegado en California y nomás no se re-arrienda.
En abril pasado el propio Presidente aseguró que había 14 posibles compradores, pero ahora ya salió a reconocer que “no ha sido fácil” vender la aeronave.
TAL VEZ sea momento para que en Palacio Nacional consulten a una de esas personas que tanto desprecian: a los que sí saben de administración.
No es cuestión de magia, sino de hacer números para entender que, de todas las opciones posibles, la peor es tener arrumbado un Boeing 787 pagando más de un millón de pesos al mes por el hangar y el mantenimiento.
Literal: a la austeridad le están dando el avión.
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MUY GRAVE lo que ocurre en la Universidad de Chapingo: hoy habrá una protesta de estudiantes por el asesinato de Nazaret Bautista, de 15 años, quien estudiaba becada la preparatoria.
El caso es investigado como feminicidio por la Fiscalía mexiquense, pero va mucho más allá, ya que desde hace tiempo se denunció la inseguridad dentro del campus.
APENAS en mayo el ex rector José Sergio Barrales reconoció que Chapingo ocupa uno de los primeros lugares en cuanto a violencia de género en las universidades nacionales.
Tan es así que, según reveló, en los últimos años quedaron impunes los ataques sexuales en sus instalaciones.
LO PEOR es que ni la Fiscalía ni la policía entran a la escuela por aquello de la autonomía y las autoridades universitarias no garantizan la seguridad de las alumnas.