El pleno de la Cámara lo votaría el 9 de enero o a más tardar la siguiente semana para que el presidente de EU signe la legislación antes de la firma del acuerdo Fase 1 con China, el 15 de enero.
Es muy probable que el Senado de Estados Unidos vote a más tardar la siguiente semana las leyes secundarias que dan paso a la ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en ese país, gracias a la ventana de oportunidad que ha abierto el retraso en el trámite del juicio político del presidente estadounidense Donald Trump, de acuerdo con un documento de la oficina en Washington del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
De hecho, se prevé que hoy mismo se vote la ley de implementación del tratado comercial en el Comité de Finanzas del Senado, que preside Chuck Grassley, y se espera que la iniciativa pase de inmediato al pleno de dicha Cámara —de mayoría republicana—, dando paso al debate sobre el voto mañana miércoles.
De conformidad con el mecanismo de la Autoridad de Promoción Comercial (TPA, por su sigla en inglés) —bajo el cual la Casa Blanca negoció el T-MEC—, una vez que el Comité de Finanzas dictamine la iniciativa, el pleno senatorial tiene 15 días para votarla.
De acuerdo con la información a la que ha tenido acceso el CCE, el voto del pleno del Senado podría darse tan pronto como el jueves 9 de enero o, a más tardar, a principios de la semana que inicia el 13 de enero.
Esa misma semana el presidente Trump firmaría la legislación justo antes del 15 de enero, cuando se prevé que Estados Unidos signe con China el llamado acuerdo de Fase 1, que bajará la intensidad de la guerra comercial que libran ambos países, al dar pie a la eliminación parcial de los aranceles recíprocos que se han aplicado las dos naciones.
Nancy Pelosi, la líder demócrata de la Cámara de Representantes y promotora del juicio político contra Donald Trump, aún no ha enviado al Senado los cargos a debatir, al argumentar que no cuenta con garantías de que el juicio se conducirá de manera imparcial en la Cámara Alta.
Pelosi estaría buscando ganar tiempo para tratar de influir en la mayoría republicana del Senado para que acepte que se llamen testigos que declaren en el juicio político, tal como sucedió en la Cámara de Representantes —de mayoría demócrata—, donde el mes pasado se acordó fijar los cargos contra Trump.
Lo anterior terminaría acelerando la ratificación y firma del T-MEC, en un giro luego de que el pasado 19 de diciembre, cuando recién se aprobó el acuerdo en la Cámara de Representantes, Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana en el Senado, enfriara los ánimos sobre la ratificación del acuerdo al afirmar que dicha Cámara no consideraría votar el tratado comercial sino hasta después del juicio político.
Entre los senadores que buscan la nominación demócrata para contender por la Presidencia de Estados Unidos este año, tres han expresado que votarán a favor del T-MEC (Elizabeth Warren, Amy Klobuchar y Michael Bennet), uno se ha mostrado abiertamente en contra (Bernie Sanders) y uno más no se ha pronunciado en ningún sentido (Cory Booker).
Una vez que el presidente Donald Trump firme la legislación para implementar el T-MEC sólo faltaría la aprobación por parte del Parlamento canadiense, que se espera que suceda durante el primer trimestre del año.
El T-MEC entrará en vigor tres meses después de que el último socio comercial notifique que ha concluido sus procedimientos internos de aprobación, de modo que el acuerdo podría estar vigente al inicios del segundo semestre del 2020.
De acuerdo con el CCE, paralelamente se requiere concluir dos negociaciones muy importantes para México: las regulaciones uniformes sobre la aplicación de las reglas de origen del sector automotriz, y, la lista de los panelistas que intervendrían en el mecanismo de solución de controversias Estado-Estado (contemplado en el artículo 31 del T-MEC).
Ratificación del T-MEC
México, Estados Unidos y Canadá tienen procesos legales diferentes para la ratificación de un tratado internacional como el T-MEC.
En México, cuando el Senado aprueba el paquete y entra en vigor, éste es ley. Se hacen después otros cambios legales para evitar contradicción o para aprovechar mejor el tratado, por ejemplo, por política industrial, pero en sí el tratado es en automático ley.
En Canadá, el primer ministro presenta a la Cámara de los Comunes la Ley de Implementación del tratado, la aprueba (en su caso) y se somete a votación por su Senado, después la reina firma su promulgación.
Estados Unidos tiene el proceso más complejo: hace una lista de los cambios requeridos; la Comisión de Comercio Internacional elabora y difunde un reporte de impacto económico; el Comité de Medios y Arbitrios (mayoría demócrata) inicia la discusión, y el Ejecutivo envía leyes de implementación que votan la Cámara de Representantes y el Senado.