El próximo quince de julio termina el actual periodo de Sesiones del Congreso del Estado, y con él empiezan las movilizaciones y reacomodos para la siguiente jornada legislativa que iniciará en septiembre.
Los meses de septiembre y octubre podrían ser cruciales en el devenir histórico de Morelos. En septiembre entra el PRI a dirigir la Junta Política, y el Primero de octubre el gobernador Graco Ramírez cumple cuatro años al frente de su administración.
Con el PRI en la presidencia de la Junta no habría obstáculos para dar entrada a las solicitudes de Juicio Político que promuevan los ciudadanos. Hasta hoy las solicitudes han sido desechadas por la presidenta de la Junta, Hortensia Figueroa del PRD.
El mes de septiembre será crítico, porque si el PRI diera entrada a una solicitud de Juicio Político, entonces el gobernador no podría irse tan campante, ya que debe esperar al primero
de octubre hasta que se cumplan cuatro años de su gestión, para que en el relevo de gobernador, no tengamos que ir otra vez a elecciones.
En septiembre que llega el PRI faltarán solo treinta días para que gobernador este en posibilidades de pedir licencia para ausentarse del cargo, que le permita asumir otras responsabilidades, hasta hoy se habla de que podría ocupar la dirigencia nacional del Partido de la Revolución Democrática en noviembre o diciembre.
Los tiempos cuadran para sus planes...
En el mes de octubre Graco Ramírez completa su cuarto año de mandato al frente del Poder Ejecutivo. Y en caso de ser removido del cargo, el gobernador que lo sustituya sería
electo por el Congreso estatal, y no en elección abierta a las urnas. Pero si se va en septiembre si tendrían que celebrarse los comicios de rigor.
El artículo 46 señala expresamente que la Presidencia de la Junta de Coordinación Política es una encomienda que se desempeñará sucesivamente por los coordinadores de los grupos parlamentarios “en orden decreciente al número de legisladores que los integren...”.
La bancada priísta con seis diputados en la LIII legislatura, se ubica como la segunda fuerza política al interior de la Cámara.
Por lo que el actual coordinador del grupo parlamentario priísta, Alberto Martínez González, asumiría a partir de septiembre la presidencia del órgano político más importante de la Cámara. Y de eso eso lo proyecta desde una plataforma ideal para buscar la Presidencia del Comité Directivo Estatal del PRI.
La duración de ese cargo tiene una duración de un año, de acuerdo con la Ley Orgánica del Congreso. Asimismo, el PRI, también se ubica con la posibilidad de mantener en el segundo año legislativo, la presidencia de la mesa directiva que con el inicio de la legislatura asumió a través del diputado Francisco Moreno Merino.