Ciudad de México.- El nuevo Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) se “estrenó” con reproches de pacientes, gobernadores y organizaciones de la sociedad civil.
A pesar de que según las reformas a la Ley General de Salud, el Insabi debe operar en los mismos términos que el Seguro Popular mientras se define su reglamento, cuyo plazo vence en junio, autoridades estatales de Salud acusan incertidumbre.
Y ante las declaraciones oficiales del Gobierno federal sobre la gratuidad total en la atención, los pacientes, confundidos, reclaman servicios especializados que no estaban contemplados ni con el Seguro Popular.
Testimonios de pacientes o familiares de éstos, dan cuenta del desorden que se vive en los centros de salud.
Damaris Citlali, de 19 años, fue internada el 10 de diciembre en el Hospital Universitario, el hospital público de mayor cobertura regional en Monterrey, Nuevo León, y fue diagnosticada con el Síndrome de Guillain-Barré.
Su mamá Genoveva Bautista, del municipio de Salinas Victoria, dijo que al principio trabajadoras sociales del hospital le dijeron que podría entrar con el Seguro Popular, pero ahora con el cambio del programa al del Insabi, su tratamiento ya no fue cubierto y ahora dice deber 500 mil pesos al nosocomio.
Salomón Chertorivsky, exsecretario de Salud, aseguró que los estados desconocen cuándo y cuántos recursos van a recibir y la forma de operar los servicios bajo el nuevo modelo.
Retador
Ayer, el gobernador de Aguascalientes, el panista Martín Orozco, advirtió que el Seguro Popular no desaparecerá en esa entidad.