¿Qué pasó en Cuautla?
Lo ocurrido el fin de semana pasado en Cuautla Morelos, cuando en un operativo policiaco municipal se ubicó una casa de seguridad y se detuvieron y posteriormente se liberaron a varios presuntos miembros de una banda de secuestradores sigue generando polémica y muchas dudas. La primera versión del jefe de la policía municipal fue que mandos superiores les ordenaron cambiar los hechos; dos días después el secretario de gobierno asegura que en realidad se trató de un mal procedimiento policiaco, lleno de anomalías, por lo cual los policías involucrados están sujetos a investigación. El tema aún dará mucho de qué hablar.
En 48 horas la historia dio un vuelco y ahora los acusadores resultan acusados, de la misma forma como, dijo el policía, querían que los victimarios se volvieran víctimas. La explicación que dio el jefe de la política interna sobre lo ocurrido en la capital de aquel municipio deja más dudas que certeza en un hecho llamativo y profundamente delicado a la vista de la situación que vivimos en Morelos desde hace años.
No puedo hacer un juicio sobre los dichos de una y otra parte porque no conozco a los involucrados, ni tengo certeza sobre cualquiera de las versiones; lo llamativo son los hechos, los dichos y las circunstancias referidas por las autoridades y los nombres y antecedentes de algunos personajes en cuestión. Así se ha narrado lo que sucedió:
El director de la policía municipal de Cuautla Morelos, Issac Nieto Pliego, dijo la noche del sábado:
Tuvimos reporte de º1111º111detonaciones en el recinto ferial, se presume que iban a ejecutar a unas personas; estas personas se escaparon y se escondieron.
Llegamos, se les dio la atención médica y nos dijeron: “nos tenían secuestrados, estábamos en un lote de autos adentro de una casa, no muy lejos de aquí”.
Se implementó un operativo, acudimos al lugar y la parte afectada nos dijo donde lo tenían secuestrado; tocamos, salió una señora, nos identificamos y entramos; la persona afectada nos señaló donde los tenían encerrados y amarrados, dijo que faltaba uno de sus familiares; entramos y en un vehículo estaba un arma de fuego corta y en otro vehículo estaba otra persona con un cuerno de chivo, a quien el afectado señaló como uno de sus secuestradores.
Revisamos todo el lugar y lo rodeamos para hacer más detenciones porque nos dijeron que había más personas; llegó la Guardia Nacional y apoyo de Villa de Ayala, Yautepec y Yecapixtla.
Entonces llegó el secretario de seguridad pública de Cuautla, el comandante Ravelo, y nos dijo que los íbamos a llevar a Cuernavaca para hacer la puesta a disposición; primero los trasladamos a Torre 21 que se encuentra en Tetelcingo.
Ahí llegó el comandante regional Landa y nos dijo que las cosas no iban a ser así, que teníamos que cambiar las versiones; en el lugar donde teníamos un operativo de seguridad llegó el teniente Ravelo con el dueño de la casa, retiró a mis elementos, se introdujo a la casa y luego argumentó que se habían perdido 700 mil pesos.
Yo di la orden de que nos viniéramos a nuestra base porque estando allá nos dieron la orden de que los secuestrados pasaban a ser responsables y las personas detenidas con armas y cuidando a los rehenes iban a ser las partes afectadas; él dió la orden de que en una unidad se llevaran a los secuestradores y hasta donde sabemos, los bajaron sobre Insurgentes.
Después llegaron de Asuntos Internos y de manera prepotente nos dijeron que no sabíamos en lo que nos habíamos metido, que teníamos que dar una entrevista para ver qué responsabilidad teníamos cada uno de nosotros.
El dueño de la casa dijo que ya se había arreglado con un tal “Piloto” y que él se iba a encargar de que a todos los soltaran; estamos hartos de esa porquería, muchas veces no lo decimos porque son los mandos superiores, porque tienen el poder y nos intimidan.
Ayer por la mañana en una rueda de prensa el gobierno estatal retomó el tema y dio una nueva versión de los hechos:
La investigación preliminar arroja que no se trató de un caso de secuestro o privación de la libertad, sino de un conflicto entre particulares que derivó en hechos violentos y deficientes procedimientos policiales que ya han sido denunciados. “Nada ni nadie por encima de la ley y asumimos la responsabilidad de garantizarlo”, señaló el secretario de gobierno Pablo Ojeda.
El Comisionado de seguridad informó que la CES dio vista al área de Asuntos Internos a fin de llevar a cabo las investigaciones y el análisis de la información que permita determinar el nivel de responsabilidad de quienes realizaron una intervención fuera de la ley que deriva en el detrimento de la credibilidad y la confianza en las autoridades encargadas de brindar seguridad de la ciudadanía.
El gobernador del estado solicitó al fiscal general Uriel Carmona Gándara su intervención a fin de encabezar las investigaciones que correspondan para llegar a la verdad histórica de los hechos y establecer de manera puntual las responsabilidades, tanto de los elementos que participaron en la riña y con ello se aplique la justicia de conformidad con lo que a derecho corresponda.
Para realizar las investigaciones Gamaliel González Ravelo fue separado como comandante del Mando Coordinado en el municipio de Cuautla, al tiempo de emitir un oficio en donde se solicita al alcalde proceda de igual forma con su director operativo de seguridad.“Reprochamos estas acciones y el intento de cubrir actuaciones ilegales que afectan a la sociedad en su conjunto y que entorpecen la procuración y la impartición de justicia” dijo Pablo Ojeda.
Estamos frente a dos versiones totalmente distintas sobre un mismo hecho y ante la investigación de situaciones que implican responsabilidad y merecen sanciones, porque en ambas historias hubo acciones ilegales.
Será el área de Asuntos Internos de la CES Morelos y la Fiscalía de Morelos quienes indagarán y llegarán a la verdad histórica de los hechos; ambas instancias, sobra decirlo, forman parte del Poder Ejecutivo y una, la CES, es una parte acusada.
Pero lo verdaderamente delicado de esta historia no está en ese acontecimiento en particular (que por si solo es grave), sino en la profunda pérdida de confianza que existe en las autoridades y el enorme descontento social que hay, derivado de los elevados índices de violencia e inseguridad que azotan al estado y al país desde hace muchos años.
Es aquí donde el gobernador Cuauhtémoc Blanco y su equipo de asesores deben ser muy cuidadosos; cambiar la versión de los hechos y construir una “verdad histórica” es sencillo cuando se tiene el sartén por el mango, pero eso desde hace mucho dejó de ser creíble a los ojos de los ciudadanos.
En Morelos hemos vivido momentos muy graves en materia de seguridad, la complicidad de los cuerpos policiacos con la delincuencia organizada es conocida desde hace cinco sexenios y los constantes señalamientos contra mandos policiacos merman la confianza que necesitan las instituciones para realizar bien su trabajo.
Hoy de nueva cuenta, iniciando el año, el gobierno estatal está bajo la lupa por un hecho que se suma a los múltiples cuestionamientos contra los cuerpos policiacos locales; la diferencia es que está última acusación la hizo de manera pública un directivo policiaco que dio la cara y asume las consecuencias de sus dichos con el respaldo de una docena de uniformados que validaron sus declaraciones.
¿No amerita esta situación, al menos, ser prudentes e investigar a fondo antes de exonerar a los acusados? ¿No les llama la atención en gobierno que al mismo jefe policiaco que denuncia el comandante de Cuautla lo han imputado en innumerables narcomantas, algunas acompañadas de restos humanos? ¿En verdad el gobernador Cuauhtémoc Blanco y el secretario Pablo Ojeda están dispuestos a poner las manos al fuego por alguien que no conocen y del que no tienen certeza de sus acciones? ¿No les genera ningún tipo de preocupación lo que ha ocurrido en el pasado, cuando en situaciones similares otros jefes policiacos fueron señalados y luego detenidos por hechos ilícitos?
El punto es uno en concreto: Morelos como el resto del país enfrenta un momento muy difícil, la estrategia impolementada por la policía estatal no ha dado buenos resultados a pesar del respaldo y del apoyo político al comisionado. Item más: los altos niveles de violencia e impunidad con que operan los grupos delictivos en Morelos han costado muy caro a la administración de Cuauhtémoc Blanco en materia de percepción pública. ¿En verdad se arriesgará el futbolista a poner (como lo hicieron otros gobernadores) el futuro de su régimen en manos de la policía?
No hay nada claro sobre lo ocurrido, ni certeza de quien de los invlucrados dice la verdad, pero precisamente por ello el gobierno estatal debe ser prudente, no dar pasos en falso ni mucho menos poner las manos al fuego por un policía a quien reiteradamente lo han relacionado con la delincuencia.
La prudencia ahorra muchos dolores de cabeza a los gobernantes.
- posdata
La carencia de presupuesto en Morelos no es cosa menor; algunos afirmaban que ayer se aprobaría, pero al momento de escribir aún no sucedía.La pregunta es: ¿Aprobarán todo el paquete económico, incluyendo las leyes de ingresos municipales, o solo el presupuesto de egresos estatal?
El retraso en la aprobación del PE2020 no es cosa menor y los alcaldes lo saben, lo sienten y lo padecen. Algunos ediles, por cierto, refieren haber sido personalmente amenazados por la presidenta de la Comisión de Hacienda Rosalina Mazari cuando osaron exigirle que atendiera sus peticiones y pensara en los habitantes de sus municipios.
¿Es esa la línea que maneja este congreso? ¿Saben de esta situación los integrantes de la 54 legislatura? ¿Están enterados de las expresiones e improperios de la priísta a los presidentes municipales?
Por este tipo de personajes el PRI se ha ido a la basura.
- nota
Dice el Comisionado de Seguridad José Antonio Ortiz Guarneros que las acusaciones contra alguien en una narcomanta no representan una prueba de nada, pues a él mismo lo han señalado en muchas. Puede ser.
Pero también habría que señalar que no cualquier persona es amenazado en una narcomanta, mucho menos cuando estos comunicados son acompañados de personas mutiladas y sin vida. Más claro: no todos los policías ni todos los funcionarios de Morelos han aparecido en este tipo de mensajes.
Dicen que cuando el río suena…
- post it
El gobernador Cuauhtémoc Blanco y el alcalde Antonio Villalobos coincidieron en un evento público; el primero invitó al segundo a la inauguración de las obras de pavimentación que el gobierno del estado realizó en varias arterias de la capital.
La acción es buena y habla de una mejoría sustancial en la relación entre ambos personajes; independientemente de las razones del cambio de actitud, ojalá en el futuro el trato entre Cuauhtémoc Blanco y todos los actores políticos y sociales del estado sea más amistoso y coordinado. Eso es hacer política.
Recordemos que no se gobierna en solitario. No funciona.
redes sociales
A través de redes sociales convocan a una marcha en apoyo a los policías de Cuautla que acusan a sus superiores. ¿Responderá la ciudadanía a esta petición?
Comentarios para una columna sonriente:
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