El robo hormiga de 2 mil millones
El gobierno de la República y, por ejemplo, el gobierno de Ciudad de México han hecho de la lucha contra la corrupción su principal bandera.
Tanto en lo federal como en la ciudad vemos procesos contra funcionarios y algunos ciudadanos presuntamente responsables de actos de corrupción en administraciones recientes. Es imposible no estar de acuerdo con que la corrupción es responsable de buena parte de nuestros atrasos.
Algunos casos de nuestra corrupción, extendida en cada esquina, en cada trámite, son más complicados de erradicar que otros. Hoy quiero referirme a un ejemplo: Claudia Sheinbaum nombró al frente del Metro a Florencia Serranía, funcionaria con experiencia y amplio reconocimiento en temas de movilidad, quien ya había sido directora del Metro.
Cuando llegó y revisó lo que estaba sucediendo algo no parecía estar bien. Algo no cuadraba. El año pasado hizo una auditoría. Durante semanas comparó los ingresos al Metro —un poco más de 5 millones de personas al día— y midió las salidas del Metro.
¡Oh sorpresa! Salían un millón y cachito más de los que entraban pagando.
Dictaminó la auditoría: “Durante el período de estudio, el promedio de trayectos no pagados de lunes a domingo se calculó en 22 por ciento (21.79 por ciento), lo que equivale a 35.3 millones de pesos. Considerando variaciones y comportamientos atípicos en el flujo de usuarios, se estima una pérdida agregada de 2,170 millones de pesos anualmente”.
En comparación con el presupuesto anual del Metro, esos 2 mil millones pesan. Mucho. Las maneras son muchas y variadas. Redes de recargadores ilegales de las tarjetas, redes de ventas de boletos que nunca pasan por las taquillas, “propinas” para quien deja pasar por las puertas diseñadas para quienes no pueden usar los torniquetes normales o tienen derecho a los viajes gratuitos. Y sí, pero lo menos, salto de torniquetes.
Por esto es por lo que en estas semanas se están cambiando las tarjetas por unas con menos probabilidad de ser intervenidas, pero el asunto es más grande y complicado. Y sí, seguramente incluye añeja y organizada corrupción dentro de la organización.
Por 2 mil millones anuales para mejorar el Metro, vale la pena que algo suceda pronto.
@puigcarlos