Mexicanos indocumentados en México
Uno siempre está de paso, lo que en el poder se ignora.
Florestán
En los gobiernos priistas del siglo pasado se planteó varias veces la necesidad de un Carnet Nacional para sacar a los mexicanos de las tinieblas, no existía el INE ni se hablaba del derecho a la identidad, solo se acreditaba como ciudadanos 8 por ciento de la población que contaba con pasaporte, por lo que la licencia de manejar se convirtió en el único documento, y eso solo para los mayores de 18. Los menores, como hoy, eran, y son, indocumentados en México.
La propuesta siempre fue rechazada por las alineaciones de izquierda, que sostenían que esos documentos eran fascistas.
Cuando sale de la Secretaría de Gobernación el Consejo Federal Electoral, que presidía su titular, y surge el primer Instituto Federal Electoral (IFE) aún dependía del titular de esa secretaría hasta la reforma de 1996, que lo convirtió en organismo ciudadano y autónomo, y que absorbió el Padrón Electoral al que se inscribieron millones de mexicanos mayores de edad para obtener la credencial con fotografía para votar. Al 30 de junio de 2018 tenía registrados 89.3 millones de ciudadanos con credencial, que es el principal, a veces único, documento oficial de identidad.
Pero los menores seguían, siguen, en las sombras.
Felipe Calderón, encargó a Gobernación credencializarlos desde su nacimiento, lo que se perdió por los pasillos oficiales del olvido y, a la fecha, hay 25 millones de menores de 18 años, sin documento oficial con fotografía que los identifique, lo que ha facilitado el delito de tráfico de menores que no pueden acreditar identidad ni existencia legal.
Yo creo que ya es tiempo que se establezca un documento de identidad para menores, lo que está a cargo de la secretaria Olga Sánchez Cordero, que quiere avanzar en la Cédula Nacional, como la credencial del INE, pero del gobierno y ahí se podría ampliar el reconocimiento documental a los menores de edad que hoy siguen condenados a ser indocumentados en su propio país.
RETALES
1. NEGATIVA. Lorenzo Córdova se negó a entregar a Gobernación los datos biométricos de los ciudadanos inscritos en el Padrón Electoral del INE para integrar la Cédula Nacional de Identidad. Aquí habrían de alcanzar un acuerdo;
2. SILENCIO. Nada dijo Rosario Piedra en la Permanente sobre la crisis migratoria fronteriza. Cuando Porfirio Muñoz Ledo quiso preguntar, la presidenta de la mesa, Mónica Fernández, también de Morena, se lo impidió y él se fue. La orden era no tocar el tema. Cuando los reporteros se lo preguntaron, ella subió la ventanilla, ordenó a su chofer, porque ya tiene chofer, que arrancara; y
3. SEGURO. El gobierno de Estados Unidos resolvió que los brasileños que hayan iniciado sus trámites migratorios allá, esperen aquí los resultados. Una, ¿otra?, expresión de tercer país seguro que oficialmente se niega.
Nos vemos mañana, pero en privado
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