1. Plantados. Fueron los senadores Dante Delgado y Emilio Álvarez Icaza quienes pidieron a la Junta de Coordinación Política usar la sala protocolo del Senado con la “noble” intención de recibir a la Caminata por la Paz. No desaprovecharían la oportunidad de subirse al movimiento para tomarse la foto. Lo hicieron en nombre de los senadores del PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano y hasta tenían integrada una comitiva para recibirlos. No contaban con el desdén de Javier Sicilia y los representantes de la familia LeBarón, a quienes no les convenía perder el tiempo en protocolos y se fueron directo a Palacio Nacional. Un grupo de la Caminata por la Paz ingresó 15 minutos al recinto, entregó documentos y se fue. Decisión acertada la de Ricardo Monreal, coordinador de Morena, de no asistir a lo que resultó una pifia. Ojo político le sobra.
2. El suavecito. Nada qué ver el Jaime Rodríguez de ayer con el que pretendía ganar la Presidencia en 2018. Al recibir a Andrés Manuel López Obrador, primer mandatario de México, en Monterrey, ante cientos de asistentes de Jóvenes Construyendo el Futuro. El Bronco fue recibido con gritos de “¡Fuera, fuera!”, y cuando quiso iniciar su discurso fue interrumpido por los abucheos. Con López Obrador de gira por la entidad, Rodríguez Calderón primero reconoció el triunfo de su entonces contrincante a la Presidencia y luego admitió que no es fácil gobernar, pues, dice, le dejaron Nuevo León endeudado y muy desordenado. Fue sumamente generoso con el Presidente. Dijo que “la política no es confrontar” y por ello “estoy con usted” en los cambios del país. Un baño de realidad que tanta falta le hacía a don Jaime Rodríguez. Ya no lo quieren.
3. Ordenados. A diferencia de anteriores reuniones entre morenistas, el Congreso Nacional de Morena dio como única propuesta a Alfonso Ramírez Cuéllar, diputado presidente de la Comisión de Presupuesto, para sustituir a Yeidckol Polevnsky en la dirigencia del partido. Ramírez Cuéllar agradeció su inclusión y dijo que será una oportunidad para lograr la unidad; pidió el voto de los congresistas para encabezar el periodo de transición y dijo que pedirá licencia en la mesa directiva de la Cámara de Diputados. Y aunque a muchos les duela, a pesar de que dejaría la dirigencia del partido, Polevnsky se mantendría como secretaria general. Esto último podría desatar nuevamente los demonios del partido. Más les vale hacer la transición sin sombrerazos. Lo están aprendiendo.
4. Creatividad, por favor. Perredistas en Veracruz colapsaron las vialidades este fin de semana en protesta por la inseguridad y como manera mediática de golpear al gobernador Cuitláhuac García. Pero les salió mal la jugada, pues lo único que lograron fue echarse encima no sólo a los ciudadanos afectados, sino también a la iniciativa privada. El problema de la inseguridad se presenta en todo el país y no es privativo de Veracruz, por lo que no se resuelve con marchas o el cierre de calles, avenidas o el Centro Histórico de Xalapa, señaló el presidente estatal del Consejo Coordinador Empresarial, Octavio Jiménez Silva. Admitió que se debe respetar el Estado de derecho y, con ello, el libre tránsito de la población. ¿Otros métodos? O ya no les da para más.
5. Encarrerado. Parece que tiene prisa Javier Corral, gobernador de Chihuahua, por dejar un legado sólido. En dos días entregó obras por casi 29 millones de pesos en tres municipios. Un polideportivo en Moris, una ciclopista en Delicias y un Centro de Salud en Uruchi. Estas actividades forman parte del maratón de obras que ha proyectado para todo el estado. Corral es otro de los gobernantes que no descansa y, fiel a su costumbre de realizar giras en fines de semana, esta vez tocó a estos municipios. Los recursos fluyen lo mismo para canchas de futbol que para centros culturales y pavimentación de calles. Y todo bajo la supervisión directa del más interesado en que todo salga bien. No todos los gobernadores piensan así.