La huella del dinero
“Lo que quieren es el dinero”, dijo así, contundente, sin espacio para otras interpretaciones, Yeidckol Polevnsky sobre sus adversarios al interior de Morena.
La dirigente nacional del partido en el poder se asumió de manera pública como víctima de una campaña de odio.
La sola palabra, odio, supone un desencuentro que no tiene vuelta atrás.
Su rival más visible, pero no única, es Bertha Luján y su esposo el abogado laboral, Arturo Alcalde. Es necesario recordar que son los padres de Luisa María Alcalde, la secretaria del Trabajo.
La secuencia de desencuentros, el hecho de que el partido no haya podido procesar el cambio de dirigencia, conducen a pensar de manera inevitable que Morena lleva en su sangre el gen del PRD, una herencia que puede ser letal.
La bufa en Zacatecas
El senador José Narro Céspedes aceptó que le gustaría servir a los zacatecanos, lo que quiere decir que levantó la mano para que lo tomen en cuenta, aunque sea para incluirlo en la dichosa encuesta de Morena.
El problema es que no es el único. En su partido hay una legión de aspirantes de su propio partido, pues todo mundo sabe que las posibilidades de Morena se haga de la gubernatura son muy altas.
Entre los aspirantes hay un par que comparten el apellido Monreal Ávila que por aquellos lares son palabras mayores.
El actual gobernador, Alejandro Tello, es priista y el tricolor tiene algunos aspirantes sólidos como Claudia Anaya, Adolfo Bonilla y Carlos Peña. El PRI juega a que Morena se fracture y que eso les abra la oportunidad de mantenerse en el Palacio de Gobierno.
Un poquito embarazados
Los gobernadores panistas están tantito embarazados del Insabi.
Pudorosos, no quieren reconocer que a pesar de todo se adhirieron al instituto de salud que impulsa la 4T.
No somos parte del Insabi. Lo que hicimos fue formar un acuerdo de coordinación no centralizado, o sea que sí están pero no están.
Como se trata de un pulso político, los panistas se esmeran para no transmitir el mensaje de que declinaron ante la presión gubernamental
Anunciaron que esta misma semana se presentarán ante los medios para decir que dieron un sí condicionado.
El hecho es que el Insabi va con carro completo.
La boda bochornosa
La boda de la hija del Chapo Guzmán sigue siendo la comidilla en Culiacán y en todo Sinaloa.
Las autoridades eclesiásticas locales y las autoridades no han podido explicar bien a bien cómo fue que la boda narco recibió toda la ayuda posible para que fuera un suceso de portada para la prensa del corazón.
La verdad es que si se confirma la asistencia de algunos integrantes del Cártel de Sinaloa con órdenes de aprehensión y éstos no fueron detenidos alguien puede ser acusado de omisión.
Culiacán se parece cada vez más a Waterloo.