Cd. de México (03 julio 2016).- Al daño patrimonial que ocasiona la ordeña a Pemex y el impacto ambiental por los derrames que dejan las tomas clandestinas se suma la violencia entre bandas que se disputan el control de ductos de la petrolera.
Después de Tamaulipas y Guanajuato, el Ejército y la Policía Federal centraron sus alertas en Puebla, Veracruz y Tabasco ante los brotes de violencia por la pugna entre grupos de la delincuencia por la ordeña de diesel y gasolina.
En enero pasado, Puebla registró 76 tomas clandestinas en ductos de Pemex. En los Municipios de Acatzingo, Tepeaca y Palmar de Bravo se reportaron 51.
Además, en ese Estado, 19 ejecuciones fueron relacionadas con el control de la ordeña.
El pasado lunes, elementos policiacos de la comunidad poblana de San Matías Tlalancaleca encontraron tres vehículos calcinados que transportaban cerca de 20 mil litros de combustible robado.
De acuerdo con vecinos de la zona, los hechos se suscitaron por un conflicto entre bandas dedicadas a la ordeña de ductos.
Apenas el 12 de junio se registró una balacera en un campo de beisbol en el Municipio de Acatzingo, Puebla.
El ataque, con armas largas, dejó un saldo de tres muertos.
Uno de los blancos fue José Luis Vélez Robles, quien había sido detenido en 2011 junto con otras dos personas en un domicilio donde había una cisterna con aproximadamente 22 mil litros de combustible robado.
La guerra por el robo de combustible la protagonizan principalmente integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Los Zetas.
A estas disputas se han sumado células de La Familia Michoacana y el Cártel del Golfo.
En tanto, el 24 de mayo, cinco hombres desmembrados fueron abandonados debajo de un puente de la autopista Veracruz-México a la altura del Municipio veracruzano de Amatlán de los Reyes, una zona donde los grupos de la delincuencia se disputan la ordeña, el narcomenudeo y la extorsión.
También en Tabasco, desde abril de 2015, Los Zetas y el Cártel del Golfo pelean por el control del robo de gasolina.
Las autoridades detectaron en el corredor Tabasco-Veracruz, principalmente en la autopista Cárdenas-Coatzacoalcos, una disputa por un territorio de unos 30 kilómetros que comprende los poblados C-32 y Palo Mulato.
Ante esta situación, el Congreso de la Unión ha solicitado de manera reiterada a la PGR agilizar la investigación en torno al robo en ductos de Pemex.
Incluso requirió a la Comisión Nacional de Seguridad y a las entidades reportes sobre las medidas para prevenir y combatir la ordeña.