1. Aprovechados. Los gobiernos panistas decidieron no adherirse al Insabi y ahora pagarán por la osadía. De visita en Tierra Blanca, Guanajuato, el presidente Andrés Manuel reconoció que algunos estados del país no se sumaron. Para él, esto representa competencia, y la gente se dará cuenta quién es quién en ofertar los mejores servicios de salud. “Y es hasta mejor así, dijo, que voluntariamente hayan dicho “nuestro sistema de salud es eficiente y nosotros vamos a seguir manejando nuestro sector salud”, y saben por qué es bueno, porque es como la democracia. Guanajuato fue una de las entidades que le hizo el fuchi al sistema de salud del gobierno federal. Ah, pero Diego Sinhue Rodríguez, el gobernador, pide al primer mandatario no olvidarse de Guanajuato. ¿Y la reciprocidad?
2. Más promesas. De visita en Nuevo León, Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, señaló que México no sólo debe de mantener la figura del feminicidio, sino también fortalecer las acciones para ampliar su persecución y castigo. “Absolutamente estoy en contra de que desaparezca el tipo penal de feminicidio no solamente por una convicción personal, sino porque tenemos que cumplir los tratados internacionales”, mencionó. Se tiene que crear un tipo penal que dé una respuesta al homicidio de mujeres por razones de género de una manera efectiva. Que doña Olga cumpla sus palabras y vamos bien. Discurso contundente en la tierra del gobernador Jaime Rodríguez, El Bronco, quien hace poco se quejó de la poca atención a los hombricidios ¡Plop!
3. Sin salida. El gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez, sostuvo que los programas sociales que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador no compiten con los que otorga el estado, sino que se complementan. “Guanajuato se va a coordinar con el Insabi y conservará su sistema de salud. Gracias por esa confianza”, dijo el mandatario estatal, quien fue abucheado al dar la bienvenida al Presidente a la entidad. Los habitantes del municipio le reclamaron diversas problemáticas que su administración no ha podido resolver, como la inseguridad. “Como dice nuestro Presidente: serénense, cálmense, tranquilícense”, dijo el gobernador, quien fue silenciado por los asistentes. Unas horas de autorreflexión no le caerían nada mal. Su credibilidad, abucheada.
4. Ínfimo nivel. Tras dar a conocer que el exgobernador del PAN, Francisco Kiko Vega, incurrió en abuso de poder al no pagar por el servicio de agua potable de una de sus propiedades durante su mandato, el gobernador de Baja California, Jaime Bonilla Valdez, advirtió que “va a volver a chillar el marrano, porque se le va a aplicar la ley a él y a esos panistas bandidos”. El mandatario de Morena exclamó que es el colmo que su antecesor no haya pagado por ese servicio. Dijo, además, tener evidencias que demuestran que las acusaciones en contra del exgobernador por no haber pagado el agua desde hace cinco años y sentenció que esa denuncia se suma a las demás investigaciones por desvío de recursos que hay en contra del panista. Ni a cuál irle. Pobre país.
5. Buena decisión. Ganan los agricultores: no se abrirán las compuertas de la presa La Boquilla. Venció la prudencia en el caso del trasvase de la Presa La Boquilla, en Chihuahua. El gobernador Javier Corral tomó la decisión más acertada. Jorge Aldana, presidente de la Asociación Agrícola del municipio de Camargo, manifestó su preocupación al conocerse un pacto con Conagua, en el que “hasta el día 1 de marzo, cuando empieza el ciclo agrícola, no se van a abrir las presas de La Boquilla ni la Francisco I. Madero”, señaló. “Ratificamos ya el acuerdo con Conagua para no abrir las presas antes del ciclo agrícola y he planteado que se reduzca al mínimo la presencia de fuerzas federales. Llamo a mantener las vías pacíficas y no perjudicar a la sociedad chihuahuense con medidas radicales”, dijo el gobernador. Todo es mejor con diálogo y en paz.