La emergencia migratoria y el Congreso
El lunes 10 de febrero, una comisión de diputados, acompañados por funcionarios de la Secretaría de Gobernación y de Relaciones Exteriores, organismos internacionales y organizaciones de la sociedad civil viajaron a Chiapas para evaluar la situación de los migrantes en aquel estado. Visitaron albergues y se reunieron con las autoridades municipales de Tapachula y Suchiate.
La pintadita y limpiada que le dieron al albergue no ocultó los problemas estructurales que atentan contra los derechos de los migrantes.
El albergue es una cárcel. Una donde, por ejemplo, hay 120 niños que viven entre adultos. Una donde no hay nada qué hacer y nadie les informa nada. Una donde la falta de recursos de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) hace que se tarden hasta seis meses entre la entrega de una hoja con petición de asilo y la entrevista. Seis meses en la cárcel.
“En el Albergue para Niñas, Niños y Adolescentes del DIF, una instalación de puertas cerradas, se evidenció la falta de capacidad institucional para atender las necesidades de la niñez migrante. Solo se encontraban once niñas, niños y adolescentes en una situación de virtual detención migratoria, similar a la que priva en la estación migratoria”, según se lee en un informe ejecutivo de la visita que circula en SRE y Segob.
Y solo hay 11 porque según el DIF la norma no permite que estén ahí los niños que llegaron acompañados por sus padres. El informe también señala que “las organizaciones también siguen enfrentando obstáculos para desarrollar sus actividades de defensa y representación legal en los centros de detención”.
“Se reconoció que a pesar de la voluntad política de la Comar sus recursos no son suficientes y las personas migrantes normalmente se enfrentan primero con el INM y con la Guardia Nacional. Las personas que logran ser reconocidas como refugiadas todavía tienen que esperar tiempos muy prolongados para iniciar los trámites migratorios para obtener la residencia permanente (cuatro meses, incluso), lo que las ubica en el limbo y sin posibilidades de trabajo”.
Muchas de estas situaciones se pueden arreglar desde el Congreso, con dinero para la Comar, un par de ajustes a ciertas normas, con verdadera supervisión.
Veremos si la visita fue puro show, o algo sucede en esta sesión.
@puigcarlos