La compra de millones de “cachitos” de la Lotería Nacional mete en problemas a las empresas en México y en el extranjero
El sablazo que el presidente Andrés Manuel López Obrador le propinó a un grupo de empresarios, a quienes pidió comprar millones de “cachitos” de la Lotería Nacional, viola la Ley General de Responsabilidades Administrativas y mete en problemas a las empresas en México y en el extranjero.
La Ley prohibe a todos los servidores públicos, incluido el presidente, solicitar dádivas para beneficio personal o de terceros.
Dicha ley, que forma parte del entramado del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), también obliga a las personas morales a seguir una política de integridad.
El miércoles, en una cena ofrecida en Palacio Nacional, AMLO solicitó a unos 200 empresarios comprar boletos de la Lotería Nacional, en montos que van de los 20 a los 200 millones de pesos.
De entrada, según reconoció el mismo mandatario, 75 empresarios se comprometieran a entregar mil 500 millones de pesos.
‘PARECE EXTORSIÓN’
Max Kaiser, presidente de la Comisión Anticorrupción de la Coparmex, indicó que la solicitud parece más bien una extorsión en la que el mensaje implícito es que quien no coopere puede no verse beneficiado con contratos.
“Parece el Estado diciéndole a los empresarios: si ustedes no colaboran entonces se puede utilizar el poder del Estado frente a ustedes”, indicó.
Kaiser dijo que aquellas empresas que accedan comprar los boletos podrían sufrir consecuencias legales en México y en el extranjero.
Por su parte Jorge Guajardo, ex embajador de México en China y quien ahora se desempeña en la iniciativa privada como asesor estratégico en Washington, señaló que la solicitud de contribuciones para una rifa ha levantado las alertas entre inversionistas.
Dijo que estas prácticas detienen la inversión, pues la mayoría de las empresas no quieren verse involucradas en procedimientos de la Securities and Exchange Commission (SEC) que, entre otras cosas, hace valer las políticas anticorrupción.
EL TAMAL MÁS CARO DE LA HISTORIA…
El tamal de chipilín, es una comida tradicional chiapaneca, y se vende especialmente el Día de la Candelaria. El chipilín es una planta silvestre que crece en lugares tropicales y se mezcla con queso y pollo, y se envuelve en hojas de plátano.
Junto con su tamal y atole, 200 empresarios recibieron una carta de “cooperación voluntaria” de 20, 50, 100 o 200 millones de pesos.