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PUNTO Y APARTE

* EL OBISPO: CRISTIADA

La clase política panista no encuentra la forma de salvar las apariencias ante la derrota sufrida por su grupo parlamentario en el Congreso local, tras la aprobación de la reforma constitucional mediante la cual ya son legales los matrimonios entre personas del mismo sexo. Y aliados con el obispo pederasta pretenden sembrar el odio y la polarización social en nuestra entidad. Es decir, una nueva cristiada. Estaremos pendientes y después diremos.

 Cuando antes de las elecciones de 2015 trascendió que Cuauhtémoc Blanco quería ser candidato a la alcaldía de Cuernavaca, se generaron risas burlonas y hasta carcajadas entre los partidos opositores al PSD. Los políticos renombrados lo criticaron y señalaron que la ciudad necesitaba a un político profesional y que los ciudadanos nunca votarían por él. Para este día, cuando se conoce formalmente el propósito del exfutbolista de ir por la gubernatura morelense en 2018, los políticos “profesionales” ya no se burlan y hacen cruces exigiendo al Congreso local ponerle un freno legal, pues existe una iniciativa cuyo objetivo es establecer como requisito para buscar la titularidad del Poder Ejecutivo, que el aspirante cumpla una residencia efectiva de al menos 15 años, lo cual no cumpliría “El Cuauh”. El proyecto está en manos de la comisión legislativa encabezada por el perredista Enrique Laffitte, mientras en círculos azules y amarillos ya se ve con menos resistencia una posible alianza en 2018. Sabemos cómo falseó Blanco su residencia en 2015, apoyado por el Clan Yáñez, pero hoy todo puede suceder (a su favor) rumbo a los comicios de 2018. A ver.

Mientras la reinstalación de algunos puestos de comerciantes semifijos en el Zócalo cuernavacense hace aparecer como un fracaso el programa oficial de reordenamiento comercial, se advierte la necesidad de que tal programa se aplique también en otros espacios donde es evidente la anarquía que ha favorecido la multiplicación de los fenicios y la consecuente afectación de los intereses de los ciudadanos, quienes ven cómo se privatizan los espacios públicos sin haber autoridad que defienda sus intereses. Un ejemplo de esa anarquía es el Jardín San Juan ¿Lo conocerá “El Cuauh”? ¿Y el secretario Roberto Yáñez, presidente municipal de facto? A juzgar por las apariencias, no.

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