Jaime Bonilla se supera a sí mismo
Tijuana no es solo la ciudad más alejada de la capital del país, sino que a la parte de Baja California que da al Pacífico la separa del resto del país una sierra bellísima y muy complicada de cruzar.
El gobernador Jaime Bonilla ha dicho, como muchos otros bajacalifornianos, que esta separación ha hecho que unos, nosotros, los del centro, no comprendamos a los allá, ellos, los del otro lado de la sierra y La Rumorosa.
Bonilla se ha empeñado en demostrarlo. Frente a una gubernatura de dos años se empeñó e hizo lo necesario —es un decir— para cambiar la ley y hacerla de cinco, lo que los tribunales no le permitieron por lo que la volvió a cambiar después de ganar y ahora falta que la Corte decida… En fin.
Ahora, Bonilla quiere volver a demostrar que allá las cosas son diferentes. En estos días otorgó seis notarías para abogados del municipio de Tijuana, de los cuales, al menos tres tendrían un conflicto de interés. Se trata del ex gobernador Xicoténcatl Leyva Mortera, padrino político del gobernador, además de su sobrino José Román Leyva Castro y Tirso Adolfo Liévano Hernández, director del Registro Público de la Propiedad de Baja California durante el gobierno de… Bonilla.
Muy temprano en su gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo en una mañanera: “Ojalá y se retome el que se acabe la corrupción en la entrega de notarías a funcionarios públicos a los allegados de autoridades. Es, realmente, lamentable. Termina un gobierno y una camada nueva de notarios. ¿Y quiénes son? El que fue secretario de Gobierno, el que fue director jurídico, el que no le tocó una candidatura, así. Es una vergüenza”.
Será que la lejanía, la sierra, hizo que por allá no se escuchara lo que piensa el Presidente. La explicación del secretario de Gobierno de Baja California es una joya: “Aquí hay una suerte de que hay dos amigos míos, a Tirso Liévano y José Román Leyva Castro, a quien conozco prácticamente desde que era niño. Pero aquí no hay favoritismos, no fueron designados notarios por mi relación, ni por la que pudieran tener con el gobernador, y mucho menos con la relación de José Román con el gobernador Xicoténcatl Leyva”.
Sin duda, en Baja California son diferentes.
@puigcarlos