SIEMPRE causan revuelo los cambios en las Fuerzas Armadas. Y aunque esta vez se deben a un simple relevo generacional (los que salen llegaron a la edad de retiro), los nuevos funcionarios parecen tener la misión de facilitarle las cosas a la 4T.
POR EJEMPLO, André Georges Foullon Van Lissum tiene un larguísimo historial castrense que incluye, entre otras cosas, haber sido director del Heroico Colegio Militar. Y recientemente estuvo en el Comité de Transparencia que clasificó como información reservada durante cinco años, todo lo relativo a la construcción, operación y financiamiento del nuevo aeropuerto de Santa Lucía. El general de División asumirá ahora la segunda posición más importante: la Subsecretaría de la Defensa Nacional.
EN LA Oficialía Mayor fue designado Agustín Radilla Suástegui, que como director de las Fábricas de Vestuario fue el encargado de equipar en tiempo récord a la Guardia Nacional. Ha sido cercano de Luis Cresencio Sandoval, desde que coincidieron en el noreste, el primero a cargo de la Séptima Zona Militar y el actual secretario como comandante de la Cuarta Región.
EL TERCER nombramiento es el de Gabriel García Rincón que como Inspector y Contralor General supervisará el enorme presupuesto que maneja la Sedena y los múltiples encargos que le llegan desde Palacio Nacional.
***
ALGUIEN debería avisarle a Héctor Garza González que su oficina como jefe de la Unidad Administrativa de la SEP está en la calle de Argentina y no en el estado de ¡Tamaulipas!
Y ES QUE el oficial mayor de la dependencia prácticamente despacha en aquella entidad y no por la descentralización, sino porque dicen que quiere ser gobernador. Casi todas las semanas tiene actividades “oficiales” en su terruño, lo que le permite irse promocionando por si Morena lo necesita para las elecciones de 2022.
A GARZA le gusta presumir que es muy amigo de Andrés Manuel López Obrador, pero antes de soñar con cualquier hueso tamaulipeco, sería bueno que le pusiera atención a su chamba en la SEP, donde por cierto se comenta que una de sus colaboradoras murió de manera muy extraña.
***
ES INTERESANTE la cantidad y variedad de personajes de la política que apoyan el paro nacional del 9 de marzo. Sin embargo… ¿por qué esperar hasta la próxima semana para hacer algo?
QUIENES tienen posiciones de poder, ya sea en la administración pública o en las legislaturas, tanto a nivel federal como estatal, podrían estar ya tomando acciones. Más allá de levantar el puño, ¿qué van a hacer, en concreto, de aquí al lunes 9 para mejorar las condiciones de vida de las mujeres mexicanas? Y más importante: a partir del día 10, ¿qué sigue?