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EL ASALTO A LA RAZÓN

Se desautoriza la Fiscalía de CdMx

Sin subestimar lo hecho por las autoridades policiacas de Ciudad de México para dar con los asesinos de la niña Fátima, se requiere una gran dosis de mezquindad para pretender ignorar el papel determinante que jugó la señora que facilitó y precipitó la captura.

Gran calidad ética demostró Irma Reyes, la tía del depredador, al advertir desde un principio: “Yo no quiero lucrar con esto…”.

En el acuerdo de la recompensa se fijó un límite de 10 días hábiles posteriores a la obtención de la información para el cobro de los dos millones de pesos ofrecidos, plazo que se vence hoy (miércoles 4 de marzo).

Por más que para no soltar el dinero la autoridad alegara que la tía no quiere aceptarlo, bien podría proponerle variadas maneras de honrar el compromiso, entre otras convenciéndola de aceptarlo en especie, por ejemplo con la remodelación de la destartalada y humilde casita en que vive, donde ignorando lo que hicieron albergó a los asesinos.

En el colmo, la Fiscalía quiso primero imponer la patraña de que fueron únicamente sus averiguaciones las que hicieron posible la detención de la pareja y, después, ante el exhorto presidencial de que no escamoteara la recompensa, terminó pretextando la tontería de que nadie se ha presentado a reclamarla.

Moraleja obvia: el que no pueda localizar a la señora del mérito, explica su incapacidad para encontrar a la mayoría de los responsables de cualquier delito.

Los victimarios fueron detenidos el 19 de febrero en el municipio Isidro Fabela del Estado de México, luego de que la tía los distrajo y se aseguró de que unos parientes avisaran a la policía para que supieran dónde los podía capturar.

El vocero de la Fiscalía, Ulises Lara, se voló la barda con esta declaración: “Ha habido, en efecto, información relativa de que fue resultado de un familiar. Lo que podemos decir es que fue resultado de una investigación, donde el trabajo de los ciudadanos fue sumamente importante, pero la investigación corrió a cargo de los policías…”.

Por fortuna el presidente López Obrador tocó el lunes el tema y resumió: “La señora ayudó para saber de este lamentable y brutal asesinato de la niña Fátima. El gobierno de la ciudad debe cumplir el compromiso e informar sobre el apoyo que dio la señora…”.

Enredada en sus contradicciones, la Fiscalía informó antier: “El ofrecimiento para entregar una recompensa por dos millones de pesos sigue vigente desde el día en que la misma se hizo pública”, y se curó en salud con la tontería de que nadie ha presentado una reclamación formal del pago.

Tras la captura, la tía contó que, antes de saber que las autoridades los buscaban, su sobrino y la pareja le pidieron ayuda y ella les ofreció albergarlos con sus tres hijos. Vio después en televisión que estaban siendo buscados, los confrontó, los entretuvo y los entregó a la policía.

La oportuna entrevista que le hizo Azucena Uresti (MILENIO, 21 de febrero) bastaría para que la pichicata Fiscalía no siga deshonrando su palabra para ahorrarse dos tristes millones de pesos.

cmarin@milenio.com

Ámbito: 
Nacional