Abril Pérez Sagaón iba rumbo al aeropuerto de Ciudad de México cuando fue asesinada con dos disparos. Pasó el 25 noviembre de 2019. Iba acompañada de sus dos hijos adolescentes y de su abogado, porque se encontraba en la capital de paso, siguiendo el proceso judicial por intento de asesinato que había iniciado contra su exmarido, Juan Carlos García, exdirector de Amazon México. Pérez Sagaón, que desde enero de ese año denunciaba a García —y cuyas pruebas, incluido el testimonio de uno de sus hijos, no evitaron que este siguiese en libertad—, murió en el acto. Hasta este jueves, tres meses más tarde, las autoridades no habían señalado a ningún sospechoso.
Los capturados son dos hombres, a quienes se les acusa de la autoría material del homicidio, según ha informado esta mañana la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México. Omar García Harfuch, el titular de la institución, aseguró que uno de los detenidos disparó desde una motocicleta mientras el otro lo custodiaba desde un taxi. “Era importante detenerlos porque entendemos que son los autores materiales de un hecho del que ahora buscamos al autor intelectual”, aseguró Harfuch frente a los medios. La detención se realizó en la delegación de Iztapalapa, una de las zonas más conflictivas del sureste de la capital. Los sospechosos fueron detenidos mientras vendían marihuana. A medio día, en una entrevista radial, Harfuch aseguró que estos eran parte de una banda que se dedicaba al narcomenudeo y a la ejecución de personas. “¿Eran asesinos a sueldo?”, preguntó la periodista. “No tenían vínculos con Abril. Por lo que hicieron, podemos acreditar que sí”, respondió el secretario de Seguridad.
El caso de Abril Pérez Sagaón, asesinada a los 48 años y a media tarde en el cruce de dos avenidas muy populares de la capital, fue uno de los picos de indignación contra la violencia machista en México, que todos los días mata a por lo menos 10 mujeres. Pérez Sagaón había denunciado a su exmarido desde el hospital, poco después de que presuntamente la golpeara con un bate de béisbol, le cortara la barbilla con un bisturí y la amenazara de muerte frente al segundo de sus tres hijos, de 15 años. Una de las sentencias del proceso, a la que tuvo acceso EL PAÍS, defiende la libertad de García porque, “si hubiera tenido la intención de privarla de la vida”, en palabras del juez, “lo habría hecho desde el primer golpe, al encontrarse ella dormida”. En su batalla judicial, Abril Pérez Sagaón solo consiguió una orden de alejamiento.
El juez que dictó esa sentencia, Héctor Jiménez López, fue cesado como magistrado del Tribunal Superior de Justicia hace una semana, en una decisión asumida por la Comisión de Justicia del Congreso de la capital mexicana. Por unanimidad, los legisladores avalaron su no ratificación junto a la de otros dos magistrados, considerando que deben “ponderar la defensa de los derechos de las mujeres”.
La detención de los dos sospechosos se da en un contexto en el que el feminismo mexicano cobra más fuerza que nunca contra las altísimas cifras de asesinatos, 265 mujeres en lo que va del año, y la impunidad, en la que caen el 90% de los casos. La marcha y el paro programados para los próximos 8 y 9 de marzo, que prometen ser históricos, se enfrentan no solo a la violencia de todos los días, sino también a la falta de respuesta de la clase política.