Las mujeres gritaron con su ausencia su hartazgo por la violencia; “Desolación brutal en las calles. Zonas extrañamente desiertas”
Las mujeres de México pararon por un día.
Su fuerza desapareció en muchos lugares para demostrar su valor y exigir seguridad y justicia ante las agresiones que reciben en el hogar, la calle, las escuelas y centros de trabajo, sin castigo para los culpables.
En el marco del #9MNingunaSeMueve, el Paro Nacional de Mujeres se concretó. No hubo o fue mínima la presencia de mujeres en oficinas públicas y privadas, en el transporte, en comercios, en escuelas o en la calle.
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Se paralizaron las cámaras del Congreso de la Unión, los juzgados, el Instituto Nacional Electoral, el INAI y algunas dependencias del gobierno federal, donde se estima que 505 mil 573 mujeres no acudieron a trabajar.
Tampoco asistieron a sus labores a escuelas públicas y privadas, a universidades.
Igualmente, su ausencia se resintió en restaurantes, cines y plazas comerciales.
En muchas ciudades importantes del país la situación fue la misma. Sin embargo, en el sector informal y en áreas rurales las mujeres sí salieron a trabajar, pues algunas de ellas argumentaron: “Si no trabajo mi familia no come hoy”.