Aunque la consultora Integralia considera que para 2024 sólo uno o dos de estos seis partidos sobrevivirá electoralmente, debido a la alta tasa de desaparición de nuevos partidos
Para 2021, trece partidos podrían competir en las elecciones federales, ante la posibilidad de que seis nuevos partidos se integren a las contiendas, según el reporte de la consultora Integralia, la cual calculó 51.6 millones de pesos de financiamiento para cada nuevo partido, durante este año, y de 136.6 millones de pesos para las elecciones 2021 por cada nueva fuerza política.
En los años 2000 y 2003 se contó con 11 partidos políticos, los demás años no pasaron de 10.
Falta que el Instituto Nacional Electoral (INE) valide las asambleas y afiliados de cada organización, que sus finanzas no quebranten la ley y que su conformación no tenga que ver con sindicatos, iglesias, corporaciones o algún ente prohibido por la ley.
Las seis organizaciones son: Redes Sociales Progresistas (cercano a Elba Esther Gordillo); Encuentro Solidario (PES); Grupo Social Promotor por México (Nueva Alianza); México Libre (Margarita Zavala y Felipe Calderón); Fuerza Social por México (Pedro Haces, CATEM), y Fundación Alternativa (Cesar Augusto Santiago, exintegrante del PRI).
Cada una de estas organizaciones, según el análisis de Integralia, tienen más afiliados que partidos como PT (249 mil), PAN (234 mil) y Movimiento Ciudadano (229 mil), incluso Redes Sociales Progresistas (465 mil) registró más militantes que el Partido Verde (461 mil).
Sin embargo, Integralia considera que para 2024 sólo uno o dos de estos seis posibles partidos sobreviva electoralmente, debido a la alta tasa de desaparición de nuevas fuerzas políticas que históricamente se presenta en el país.
Reporta que, de 1990 a 2013, 102 organizaciones solicitaron su registro, pero sólo 25 lograron el reconocimiento oficial y sólo cinco han mantenido su registro a través de los años (PRD, MC, PT, PVEM y Morena).
Reflexiones
Según Integralia, la aparición de seis nuevos partidos políticos beneficiaría a Morena, debilitará al sistema de partidos, y México Libre competirían con el PAN por el electorado.
Beneficiaría a Morena porque “un sistema de partidos fragmentado favorece electoralmente al partido más grande o en el poder. A esto hay que añadir que varios de los nuevos partidos se acercarán ideológicamente a Morena para capitalizar la popularidad del Presidente y los conflictos de Morena”.
En otra de sus reflexiones, Integralia asegura que “la caída progresiva del PRI como centro del espectro ideológico, los conflictos internos de Morena, el personalismo político del gobierno del presidente López Obrador y el transfuguismo entre partidos (notablemente del PRI hacia Morena) y la debilidad del PAN, sólo anticipan un proceso creciente de debilitamiento del sistema”.